Cuando lo que parecía amor se convierte en daño, sufre el cuerpo, pero la mente y el autoestima, en ocasiones, es lo más difícil de reparar. Cuando una mujer está hundida anímicamente, necesita de una mano amiga que le ayude y que le enseñe a ponerse de nuevo de pie.

Esta labor tan imprescindible es la que realizan asociaciones como la Fundación Ana Bella, que se centra en la inserción laboral de cientos de mujeres que han pasado por una situación de maltrato.

Gracias a su trabajo, más de 15.000 mujeres tienen una mano a la que agarrarse, un apoyo que sabe de lo que habla y lo que sienten pues, ella también es una superviviente. La creadora de esta fundación, Ana Bella, sufrió maltratos durante 11 largos años. No se sentía lo suficientemente fuerte para denunciar a su marido, pero sus cuatro hijos y una paliza que casi acaba con su vida fueron la gota que colmó el vaso de una autoestima inexistente y un cuerpo machacado.

Ahora, ella lucha porque las mujeres maltratadas consigan ser supervivientes y encuentren un trabajo que las ayude a mantenerse.

Y es justamente la inserción sociolaboral la razón por la que este año la Fundación Ana Bella ha recibido el Premio ”la Caixa” a la Innovación Social. Si quieres saber más sobre esta fundación, lee la historia completa en el portal social social Alma.