Los establecimientos hosteleros, bares y restaurantes, que enaltecen la figura de Franco, hacen apología de la dictadura convertidos en museos del pasado reciente, con venta de objetos y merchandising fascista, han existido desde siempre en España pero al calor del proces de Cataluña, la exhumación de los restos de Franco y la llegada de un gobierno de izquierdas, han crecido en cuanto a su creación, readaptación y, en unos casos por simple curiosidad y, en otros, por identificación política, están haciendo suculentas cajas al aumentar sus visitas.

Si el independentismo catalán y la llegada al poder de Pedro Sánchez creó el marco de los contenidos de estos establecimientos, la gestión de la pandemia primero y el crecimiento de Vox, han hecho que estos bares y restaurantes “actualicen” sus contenidos y objetos incorporando la COVID y la ultraderecha a sus escaparates. Es el caso de “Casa Pepe” en Despeñaperros, justo en el límite entre Andalucía y Castilla La Mancha aunque enclavada en territorio de Garcia-Page. Ello le permite ampararse ante la inexistencia de una Ley de Memoria Democrática en Castilla La Mancha como sí ocurre en la Comunidad autónoma andaluza. Para comprobar las “actualizaciones” de “Casa Pepe”, hemos visitado el establecimiento.

Escudos con el “aguilucho”, Franco y José Antonio

El bar sigue manteniendo la estética franquista de siempre, los cuadros del dictador habituales y toda una orgía de imágenes militares y recuerdos nostálgicos del pasado. Continúa la carta  presidida por el escudo anticonstitucional, fotos del creador de la Legión, Millán-Astray, y del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. También botellas de vino y aceite para la venta etiquetadas con el rostro del dictador, chocolates con el “aguilucho”, variados objetos con la enseña no constitucional y se mantiene el santa sanctorum como una especie de altar al fondo del restaurante.

La pandemia y Vox, miembros natos ya de la estética franquista del bar

Pero desde la anterior visita hace dos años para realizar un reportaje, hemos observado algunos cambios sustanciales. Se trata de que la pandemia y la ultraderecha Vox, ya son miembros natos de esta estética. Pudimos ver durante el recorrido botes de gel higienizantes con el siguiente texto en su etiqueta de color de enseña nacional como se aprecia en la foto: “Protege del virus de Sánchez y de toda su banda de comunistas y separatistas”. También botellitas de aceite a 12 euros etiquetadas con el logotipo de Vox y Casa Pepe. Destacando de que se trata de “Aceite 100 por 100 español”. También han incorporado al fascista catálogo de venta de objetos jamoneros con la imagen corporativa del partido de Abascal y el lema “España siempre”. Destaca a la entrada un cartel de chillón naranja en la que como si se tratara de un dazibao maoísta reseña toda un argumentario de las razones por las que el pasaporte COVID “viola” numerosos derechos en opinión de quienes regentan el bar, rematado por un “Stop ruina socialista”.

Argumentario de las razones por las que el pasaporte COVID “viola” numerosos derechos en opinión de quienes regentan el bar, rematado por un “Stop ruina socialista”.

Esta red de bares que se ha creado con claro contenido antidemocrático y exhibiendo sin pudor símbolos no constitucionales o vendiendo un merchandising de dudosa legitimidad en un sistema basado en la Constitución. Es intolerable e incomprensible que conviva con leyes de Memoria Democrática. Normas legislativas que prohíben taxativamente la exposición pública de “escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación personal o colectiva del levantamiento militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura”. La propia norma dicta que ''estos elementos deberán ser retiradas de los edificios y espacios públicos”.

¿Se permitiría en Alemania o Italia?

Cabría preguntarse cómo pueden existir este tipo de museos del fascismo y que ocurriría si esto sucediese en Alemania, Francia o Italia. La respuesta es clara: no se permitiría su existencia y serían cerrado y denunciados en caso de su apertura. En todo caso la pervivencia de la denominada “Ruta del 36” podría tener sus días contados ya que está muy avanzado el proceso de reforma del Código Penal que prohibiría taxativamente estos establecimientos.