Solo quedaba hacerlo oficial, y lo cierto es que el Gobierno ha dado el paso definitivo. Este viernes se aprobó el Real Decreto que regula la obtención de los títulos de graduado en ESO y Bachillerato y que establece que el primero de ellos se podrá obtener con dos suspensos, siempre que no sean en Lengua Castellana y Matemáticas simultáneamente.

Asimismo, la norma establece que en el título de graduado en ESO constará la siguiente calificación final: la media de las calificaciones numéricas obtenidas en cada una de las materias cursadas, expresa en una escala de 1 a 10 -tal y como se ha ido haciendo en los últimos años-.

Para Bachillerato el procedimiento sería el mismo, aunque se valorará una evaluación positiva en todas las materias de los dos cursos, con una calificación final que resultará de la media aritmética de cada una de las asignaturas cursadas en primero y segundo.

La nueva Selectividad

Tal y como ha explicado el ministro Íñigo Méndez de Vigo en su comparecencia, “todas” las evaluaciones de Educación Secundaria Obligatoria fijadas por la Lomce se están celebrando con “absoluta normalidad” en toda España.

Además, otro aspecto a destacar es la entrada de la nueva selectividad de la Lomce, una evaluación de Bachillerato para el acceso a la universidad que se pondrá en marcha a partir de la próxima semana.

En esta ocasión, el 70% de los contenidos de cada prueba de evaluación será común para toda España, mientras que el 30% restante lo podrán completar las comunidades autónomas por su cuenta. De este modo, las pruebas versarán sobre las materias generales del bloque de asignaturas troncales de segundo curso de la modalidad elegida por el alumno.

Aquellos que quieran mejorar su nota podrán examinarse de un máximo de cuatro materias opcionales.

La evaluación se considerará como superada si se obtiene una calificación de 4 o más, y la nota de acceso a la Universidad deberá de ser un 5 como mínimo, ponderando un 40% la calificación de la prueba y un 60% la final de Bachillerato.