El tiempo dará una breve tregua en el arranque de 2026, pero no será duradera. Tras un final de año marcado por lluvias intensas en buena parte del litoral mediterráneo, la atmósfera se estabiliza de forma transitoria para despedir 2025 y dar la bienvenida al nuevo año con temperaturas frías, nieblas persistentes y cielos más despejados. Sin embargo, tal y como advierte el meteorólogo Mario Picazo, ese paréntesis durará apenas unos días: la primera borrasca de 2026 ya asoma por el Atlántico y comenzará a dejar sus efectos a partir del jueves, primero en Canarias y después en la Península.

Según la previsión de Picazo, los primeros compases del nuevo año estarán dominados por las altas presiones. Este escenario favorecerá un tiempo más estable en la mayor parte del país, especialmente entre el lunes y el jueves, con ausencia de lluvias generalizadas y una sensación térmica claramente invernal. “Las altas presiones van a ayudar a estabilizar la atmósfera durante el arranque del año, pero no podemos confiarnos porque el cambio llegará rápido”, señala el meteorólogo.

Frío, nieblas y heladas para comenzar el año

Ese inicio de 2026 vendrá acompañado, eso sí, de un fenómeno muy habitual en esta época: las nieblas. Serán frecuentes e incluso persistentes en amplias zonas del interior peninsular, especialmente en valles y depresiones, y no se descartan también en algunos tramos del litoral. La combinación de cielos despejados y noches largas favorecerá un descenso acusado de las temperaturas mínimas, con heladas que podrán ser intensas en puntos del interior.

En cuanto a los termómetros, el final de 2025 y el arranque del nuevo año estarán marcados por el frío. Las mínimas caerán con fuerza durante la noche, mientras que las máximas apenas lograrán remontar durante el día. En la mayor parte del país, los valores se moverán entre los 10 y 15 grados, cifras contenidas para estas fechas. La excepción volverá a ser Canarias, donde el ambiente será mucho más templado y se podrán superar los 20 grados en algunas zonas del archipiélago.

La primera borrasca de 2026 entra por Canarias y el oeste peninsular

Pero esta estabilidad tiene fecha de caducidad. Mario Picazo advierte de que el primer cambio significativo llegará el jueves, cuando un frente asociado a una borrasca atlántica alcance las islas Canarias. “Será la primera borrasca de 2026 y comenzará a dejar precipitaciones de oeste a este en el archipiélago entre el jueves y el viernes”, explica el meteorólogo. A partir de ahí, el sistema irá avanzando hacia la Península.

El viernes, ya a última hora, ese frente comenzará a notarse en el oeste peninsular, aunque será durante el sábado y el domingo cuando sus efectos se generalicen. Las comunidades del oeste serán las más afectadas por las lluvias, mientras que en el Mediterráneo las precipitaciones quedarán más acotadas y vinculadas a episodios concretos, similares a los vividos en los últimos días de 2025.

Los acumulados de lluvia previstos entre este domingo y el siguiente se concentrarán principalmente en el oeste peninsular y en Canarias, aunque el área mediterránea también sumará registros, sobre todo al inicio del periodo. Además, con la entrada de vientos más templados procedentes del Atlántico, la cota de nieve tenderá a subir progresivamente.

Según Picazo, de cara al fin de semana la nieve se situará entre los 1.600 y 1.900 metros, lo que permitirá que siga nevando en zonas de montaña, aunque a cotas más altas que las registradas durante los últimos episodios. El paso de la borrasca traerá también un ligero repunte térmico, especialmente en las máximas.

Aun así, el ambiente seguirá siendo desapacible en buena parte del país. Las nubes, las lluvias y, en algunos casos, el viento marcarán el primer fin de semana de 2026, confirmando que la calma inicial del nuevo año será solo un espejismo antes de que el invierno atlántico vuelva a imponer su ley.

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