La asociación Arcópoli ha mostrado su satisfacción por la sanción impuesta por la Comunidad de Madrid al director del colegio concertado Juan Pablo II de Alcorcón, Carlos Martínez, por enviar una carta al alumnado el pasado septiembre en la que comparaba el "dogmatismo" de la Ley contra la LGTBifobia con el "fanatismo terrorista".

1.000 euros de sanción
El Gobierno madrileño ha impuesto una sanción de 1.000 euros al director del colegio San Pablo II, un centro concertado, sostenido con fondos públicos, que se caracteriza por tener una educación diferenciada, es decir, separa a los alumnos por sexo.

La Fiscalía consideró que no era constitutivo de delito, sin perjuicio de que la Comunidad de Madrid pudiera imponer una sanción administrativa, como ha hecho, finalmente.

El alcalde no reprueba al director
La asociación Arcópoli ha expresado en un comunicado su satisfacción por esta sanción y destaca que es "la primera de este tipo en la historia".  Sin embargo, expresa su “decepción” con el alcalde de Alcorcón, David Pérez, que “evitó reprobar la conducta ilegal del director del colegio”.

"El adoctrinamiento en el odio al colectivo LGTB que a nuestro parecer se trató de infundir por parte del director del colegio a adolescentes en el momento de su desarrollo sexual es ilegal y anticonstitucional y así ha quedado en la sanción que le ha impuesto el Gobierno autonómico", ha considerado Arcópolis.

La sanción al director está contemplada en la citada Ley como infracción leve para aquellas personas que usen "expresiones vejatorias por razón de orientación sexual e identidad", según ha explicado la Consejería de Políticas Sociales y Familia.

Ley LGTB igual que terrorismo
En su carta al alumnado, el director del colegio Juan Pablo II de Alcorcón señaló que en la Ley de protección integral contra la discriminación por diversidad sexual y de género de la Comunidad de Madrid, aprobada por unanimidad en julio pasado, había "dogmatismo" por "acusar de discriminación a quien piensa diferente".

Carlos Martínez calificó de "despropósito pretender imponer una ideología a fuerza de sanciones", y consideraba “inquietante” "el parecido de la Ley con el fanatismo terrorista".