Jugar y hacer deberes no son incompatibles. El proyecto Chapotea de la Asociación Barró, ubicada en el distrito madrileño de Vallecas, ha convertido ambas cosas en su máxima. Se trata de un programa lúdico-educativo dirigido a niños y jóvenes de 3 a 18 años que, por circunstancias sociales y económicas, lo tienen más difícil que os demas. Ofrece un espacio socioeducativo donde fomentar el desarrollo afectivo, personal, social e intercultural adecuado, así como reforzar sus capacidades físicas y mentales.

“La clave es que los chavales puedan tener un sitio y unos monitores de referencia, donde se sientan como en casa y puedan preguntar cómo mejorar en los deberes, buscar información y también jugar y divertirse”, explica en Alma Jorge Hermida, de la Coordinadora Infantil y Juvenil de Vallecas, una red de 20 entidades que trabajan en este distrito.

Desde el año 2007 CaixaProinfancia colabora con Barró en diferentes proyectos, especialmente en Chapotea. Cada més de septiembre , proporciona mochilas azules cargadas de material escolar (estuche, ceras de colores, compás, etc.) para niños en situación de vulnerabilidad.

“A todos les encanta venir. Quizá el primer día están algo más tímidos, pero al segundo ya están como en casa”, cuenta Amaranta Gozalo, coordinadora de actividades en la Asociación Barró. Cada vez que un niño aprueba un examen, pasa de curso o se gradúa, es una gran victoria para el proyecto Chapotea, pero también es fundamental la parte lúdica, ya que con ella muchos niños aprenden a desarrollar habilidades sociales, autonomía personal y autoestima.

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