El partido ultraderechista Vox tiene un nuevo enemigo íntimo: el cine español. Desde que los de Santiago Abascal se enteraron que no iban a ser invitados a la gala de los Premios Goya, comenzaron a arremeter contra el sector. 

Abascal y los suyos espetaron en las redes que si "hicieran alguna película sobre la gloriosa historia de España, Blas de Lezo, por ejemplo... los españoles volverían al cine y ellos dejarían de pedir subvenciones". Incluso llegaron a tildar al sector de "mafia que persigue a los propios actores y directores que no son afectos a la izquierda o la extrema izquierda". 

Y tras varias descalificaciones más, el cine ha dicho basta, y en la ceremonia de la entrega de premios, que se celebró el sábado en Sevilla, números rostros de la gran pantalla han querido responder a Vox. El más duro de todos ha sido el director Pedro Almodovar, que ha reusado nombrar a la formación ultra para no darles mayor notoriedad, y les ha lanzado un claro mensaje: "Les niego la existencia". 

Misma línea crítica han seguido los también directores Alejandro Amenabar y Álex de la Iglesia. Ambos han coincidido en que con esta polémica lo que Vox busca es "un titular para llamar la atención".