Más de un centenar de alumnos de primer curso del grado de Informática y sus correspondientes profesores de la Universidad de León tendrán que someterse a la prueba de la tuberculosis. La deberán pasar en el centro médico más cercano. Así lo ha comunicado la propia universidad a través de un correo electrónico.

El centro ha adjuntado un comunicado de la Sección de Epidemiología del Servicio Territorial de Sanidad en el que recomienda a compañeros y profesores se realicen “un estudio de contactos”. Esta advertencia llega tras diagnosticar un caso de tuberculosis pulmonar en el citado curso de la carrera.

La dirección “ruega” a los alumnos a que “atiendan a este requerimiento” como “medida de prevención y seguridad sanitaria”. El rector de la universidad, Juan Francisco García Marín, ha destacado que se trata de “un plan habitual” en el que se recomienda a todo el que haya tenido contacto con el afectado, hacerse la prueba.

Actualmente, la tuberculosis se trata con un antibiótico”, subraya el rector del centro. Asimismo, García Marín pidió a los estudiantes a que se realizaran el test de la tuberculina, puesto que se contagia por vía aérea.

Desde Sanidad explican que la prueba consiste en una inyección intradérmica en el antebrazo. Entre 48 y 72 horas después del pinchazo, se hace una lectura “con la medición de la induración” para saber si citada persona ha estado en contacto con la bacteria y se ha podido producir una infección. En ese momento, se determinará si el sujeto está o no enfermo.

Si el resultado es negativo, existe una medicación que ayuda a la prevención de la infección pero, a su vez, recomiendan desde Sanidad repetir la prueba en un plazo de dos a tres meses. Si, en otro caso, el resultado es positivo, los infectados deberían someterse a una radiografía de tórax.