Con la llegada del verano y el aumento de temperaturas, la presencia de mosquitos se multiplica y, con ello, también el riesgo de contraer enfermedades que estos insectos puedan transmitir con su picadura. En los últimos años, una de las mayores preocupaciones en España a nivel sanitario ha sido la propagación del Virus del Nilo Occidental (VNO), que, en los peores casos, puede producir la muerte de aquellos que se infectan.
Un año más, las alertas están puestas sobre todo en Andalucía, en provincias como Sevilla y Cádiz, aunque también en otras áreas de la geografía española como Castilla-La Mancha, Extremadura, Valencia y Cataluña. Después de recibir la picadura de este mosquito, el periodo de incubación dura entre 2 y 14 días hasta que aparecen los síntomas asociados. En los casos más leves, estos se corresponden con fiebre, dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares y articulares, pero, en aquellos casos más graves, puede producir convulsiones, rigidez en el cuello, confusión y debilidad muscular, llegando incluso a daño cerebral irreversible o la muerte.
No existe vacuna
Pese a la gravedad de lo que pueda llegar a ocasionar la picadura del insecto, en la actualidad no hay vacuna ni tratamiento que permita paliar las consecuencias. Por este motivo, los esfuerzos se centran principalmente en las tareas de prevención. Así, los expertos recomiendan la utilización de repelentes de insectos, ropa de manga larga, y evitar la acumulación de agua estancada en las superficies donde el mosquito se pueda reproducir.
Además, por lo que hace al control del virus también se llevan a cabo programas para detectar brotes, aumentar la conciencia entre la ciudadanía y mejorar la atención temprana en humanos y equinos, quienes también son vulnerables ante la enfermedad.
Familia del Dengue
El Virus del Nilo Occidental se transmite principalmente por mosquitos pertenecientes al género Culex, al cual pertenecen también aquellos transmisores del virus del Dengue o del Zika. En su transmisión juegan un papel fundamental las aves migratorias y los mosquitos que infectan a humanos y demás mamíferos, como los caballos y, a pesar de que no hay riesgo de transmisión entre personas, sí se puede contagiar mediante transfusiones sanguíneas o trasplante de órganos.
En enero de este mismo año, desde el Ministerio de Sanidad se hizo balance de la situación del VNO en España durante 2023. En el informe publicado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) se informaba de una mayor circulación del virus respecto a años anteriores.
En el citado documento, se detallaba que durante 2023 se registraron 20 casos de fiebre del Nilo Occidental (FNO), 19 de ellos autóctonos, de los cuales 8 se daban por primera vez en las provincias de Cáceres, Huelva, Valencia, Barcelona y Toledo. De estos 20 casos, 13 presentaron un cuadro clínico neurológico grave y 3 de ellos fallecieron.
Por lo que hace a los focos en animales, se detectaron 38 en équidos en Badajoz, Barcelona, Cádiz, Córdoba, Huelva, Málaga, Sevilla, Tarragona y Valencia, y 19 aves contagiadas en Badajoz, Barcelona, Cáceres, Córdoba, Jaén, Lleida, Salamanca, Sevilla, Tarragona y Toledo.
Previsión para la temporada 2024
En el informe se señalaba que el riesgo de transmisión de VNO para la temporada 2024 en España se considera moderado, teniendo en cuenta que está a este nivel en las zonas donde en temporadas anteriores se detectaron focos equinos, aves o mosquitos.
Los expertos recomiendan aplicar las medidas de prevención necesarias, pero señalan la existencia de recursos por parte del sistema sanitario para hacer frente a los posibles casos. “Aun cuando la mayoría de los casos son leves, se pueden producir alteraciones neurológicas graves para las que no existe un tratamiento específico, si bien el sistema sanitario está adecuadamente preparado para realizar tratamiento de soporte en estos casos. Por ello se considera que el impacto en la población general sería bajo”.
