Autoridades españolas del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) han notificado este viernes a la Unión Europea (UE) por una nueva alerta sanitaria en relación con un lote de melones proveniente de Marruecos. Después de la emisión de la alerta se ha paralizado la distribución de este artículo en nuestro país. Según los expertos, los melones contienen residuos clorpirifos, propios de los pesticidas, por encima del nivel permitido por las autoridades. Esta alerta llega justo un mes después de que se detectara la presencia de Hepatitis A en unas fresas que también procedían del país alauí y que se consideraba un "riesgo serio" para la salud de los consumidores. 

Tras realizar un muestreo de la presencia de este insecticida en los melones marroquíes, se ha podido comprobar que el producto marroquí contiene rastros de pesticida muy por encima de las cantidades autorizadas. Estos residuos, usados para controlar las garrapatas del ganado, pueden llegar a contaminar el agua de los ríos, y es muy común que se encuentre dentro de los alimentos. Además, su ingesta puede constituir un gran riesgo para la salud humana. En la notificación a la UE se menciona el riesgo “potencialmente serio” por superarse los 0.01 mg/kg – ppm permitidos de esta sustancia tóxica. En este caso, las autoridades han especificado que los restos de pesticida han alcanzado los 0,021 ± 0,01 mg/kg - ppm.

FACUA critica la escasa información que facilita RASFF

Ha sido este viernes 5 de abril cuándo el sistema RASFF ha emitido la alerta en España, pero no ha ofrecido ningún dato sobre la zona del país donde podría encontrase el lote de melones contaminado, la marca bajo la cuál se comercializan o la plantación de origen, por lo que de momento se recomienda tener gran precaución en toda España en relación con este producto.

Desde Consumidores en Acción (FACUA) se ha criticado esta escasa información que se brinda a los ciudadanos publicada por la Comisión Europea, y alegan que esta “siembra la sospecha sobre todos los melones procedente de Marruecos”, ya que se desconocen datos fundamentales para poder identificar los lotes contaminados. De esta manera, según señala la asociación, “los consumidores de este producto encuentran imposible comprobar si han comprado o consumido alguno de los productos alertados”. Por todo ello la asociación exige cambios importantes dentro de los protocolos de información del sistema RASFF y que este ofrezca una mayor cantidad de datos y detalles sobre los productos infectados de ahora en adelante. Desde FACUA ya han compartido en su perfil de X, anteriormente Twitter la alerta sanitaria.

Más incidencias en los alimentos por insecticidas

El de este viernes no ha sido el único caso de alerta sanitaria por la contaminación de un producto alimentario a causa del pesticida. Según los datos, en el año 2023, de los 180 casos notificados por problemas sanitarios con distintos alimentos 23 de ellos se dieron debido a incidentes con pesticidas, especialmente por no estar autorizados por la Unión Europea o por superar los niveles de residuos de pesticidas establecidos por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). 

También durante este pasado mes de marzo se daba la alerta sanitaria en Francia debido a unos tras detectar niveles de residuos de pesticidas más elevados de los permitidos en pimientos amarillos y calabacines procedentes de España. En esa ocasión, los restos tóxicos eran 0,75/mg  de flonicamida, una cifra casi el doble de lo recomendado, dado que el nivel máximo permitido está situado en 0,5/mg. Esta sustancia es un insecticida sistémico perteneciente a la familia química de las Piridinacarboxamidas que se emplea para el control de más de 40 tipos diferentes de pulgones en muchos tipos de cultivos, ya sea como frutales, hortícolas, extensivos y ornamentales. En principio es un producto de baja toxicidad oral, dermatológica o por inhalación, sin embargo, puede causar sendos problemas de salud, como temblores, mareos e hipersensibilidad, así como náuseas, incomodidad abdominal y diarreas. También en esa ocasión FACUA denunció la poca información que se facilitó sobre el producto contaminado. 

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