El pasado viernes la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, compareció ante los medios de comunicación tras el Consejo de Ministros para confirmar que ya era oficial: el Ejecutivo había aprobado la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. Pedro Sánchez ha dado un plazo de 15 días a la familia para hacerse cargo del cadáver, de lo contrario, sería el Gobierno el que decidiría su nueva ubicación. En este sentido, hay un pueblo que reclama los restos.

Águeda, antes conocida como Águeda del Caudillo y que ha cambiado su nomenclatura para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica. El pueblo se sitúa en la provincia de Salamanca, Castilla y León, y consta apenas de cuatro calles con una Iglesia en el centro del pueblo. El dibujo urbano es cuadriculado, como el de los pueblos de colonización que impulsó Franco.

Germán Florindo, alcalde del pueblo, ha declarado abiertamente que vería con buenos ojos recibir los restos de Franco porque aumentaría el interés turístico del pueblo: “El motivo de querer traer los restos aquí es porque el pueblo lo mandó construir él y siempre hemos estado muy vinculados”, afirma, y añade: "Sería muy beneficioso. El pueblo cogería el doble de vida. De ser un pueblo pequeño se pasaría a construir algún tipo de establecimiento, como un bar o un restaurante, o cualquier forma de negocio”.

Las declaraciones de Florindo, recogidas en La Razón, no son las únicas que abogan por acoger los restos del dictador. Vecinos del pueblo ofrecen incluso su parcela para enterrarle. Eso sí, también hay quien no lo ve con buenos ojos.

Y es que, en Águeda del Caudillo se respira franquismo. Para empezar la nomenclatura original, así como de la Calle Principal, que antes se llamaba Calle del Generalísimo. Asimismo, en la Plaza Mayor se puede observar un manchurrón de cemento que ocupa ahora el lugar que antes ocupaba una placa en honor al dictador, que fue quien ordenó levantar el pueblo. De hecho, en el pueblo se puede ver una réplica de la cruz del Valle de los Caídos -mucho más pequeña-.

El alcalde de Águeda ha asegurado incluso que en el año 2017 existieron contactos con la familia pero que no se concretaron, pero podrían retomarse. Eso sí, Águeda depende del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, cuyo alcalde, Juan Tomás Muñoz, del PSOE, se opone firmemente. ¿Dónde acabará Franco?