Si recorremos el camino de baldosas amarillas en orden inverso y tratamos de escarbar hasta llegar a la raíz, tendremos que remontarnos entonces hasta la conocida historia de EL mago de Oz. 

Es por todos sabido que la popularidad mundial de esta obra se debió en gran parte a su adaptación a la gran pantalla en 1939. Para muchos es sorpresa descubrir que el libro original (El maravilloso mago de Oz) es un cuento infantil escrito y publicado en 1900 por Lyman Frank Baum. Lo que queda claro y patente es que después del exitoso estreno de la película, esta historia pasaría a formar parte de una manera más global de la cultura popular de toda la sociedad mundial. Lo que pocos imaginaban era que ese cuento infantil “pariese” casi cien años más tarde, un nuevo relato que se volvería igual o más popular. 

Como suele suceder en muchas ocasiones, un libro suele inspirar otro libro. Pero en el caso de Gregory Maguire, él lo llevó a otro nivel. Con Wicked: Memorias de una bruja mala (1995) desplegó toda su imaginación para contar la historia de dos personajes pertenecientes a El mago de Oz: la bruja mala del Oeste, Elphaba, y la bruja buena, Glinda. Ya no es un secreto para nadie que esta historia cuenta una versión alternativa y paralela de las brujas de Oz a la historia original. Pero, si la idea de escribir esta obra ya era buena de por sí, su transformación en un musical terminó de catapultarla. En 2003 se estrena en Brodway el que será uno de los musicales más exitosos de la historia, catapultando también a la fama a sus protagonistas Idina Menzel y Kristin Chenoweth. Que, por si no lo sabíais, hacen un cameo en la adaptación de 2024. Aunque, al igual que con su predecesora El mago de Oz, lo que ha otorgado el éxito absoluto a la historia de estas dos brujas ha sido su salto a la gran pantalla. 

Igual que ocurrió con los Miserables, a día de hoy las canciones del musical ya son indivisibles a la obra escrita a la que dan voz, por eso no puedo evitar recomendarte que complementes la lectura de esta historia con el propio musical. El cual, por cierto, se ha estrenado el pasado 1 de octubre en Madrid por primera vez en el Teatro Alcalá.

Si vives en una cueva y en 2024 no fuiste al cine a ver el gran estreno de Wicked, primera parte, aún puedes redimirte, verla en plataformas, y asistir al de la segunda parte este 2025. Pero como a mí lo que me gusta es hablar de libros, me llena de orgullo y satisfacción confirmaros que sí, que el origen de estas dos brujas se encuentra, como todas las grandes historias, entre las páginas de un libro. Y por poneros la miel en los labios, tanto Ariana Grande como Cynthia Erivo (Glinda y Elphaba en la última adaptación de Wicked), manifiestan que tras haber leído el libro y trabajado a los personajes, creen que la amistad de las brujas es algo más que una amistad. Ya me entendéis.