Es septiembre y el hartazgo que los dirigentes han causado en la población es tan grande, que sólo deja espacio a una reflexión: Mientras el pueblo se desloma a trabajar, trabajar, los que mandan viven a cuerpo de rey amparándose en la burda excusa de que no hay consenso. Es evidente que son un atajo de incompetentes, pero no dejan de gozar de sus privilegios. El pueblo se siente parasitando por unos mandamases que no hacen ni el huevo.

Puede ser que haya algún político español revolviéndose en su escaño por estas palabras que escribo. Por eso, y antes de ser acusado de terrorismo o cualquier patraña así, he de aclarar que en absoluto me estoy refiriendo a ellos. Si alguien se identifica… sus motivos tendrá, pero en esta sección solo hablamos de historia. En concreto de septiembre, sí, pero del año 1271, cuando los príncipes de la iglesia tuvieron que elegir un nuevo papa en el cónclave de Viterbo.

Palacio Papal de ViterboPalacio papal de Viterbo donde se produjo la elección más larga de un papa en toda la historia. 1006 días de espera.
Que El Vaticano es un país no es ninguna novedad, como tampoco es nuevo que la curia de la Iglesia se comporte como un equipo de gobierno. Con sus peculiaridades evidentemente, pero con las miserias comunes a cualquier parlamento. Las envidias, conjuras, cismas y demás bajezas humanas tienen sus antecedentes históricos en la Santa Sede, por ello la mayoría de los problemas políticos que se dan en cualquier país actual, ya las vivieron hace siglos los sucesores de San Pedro.

Trasladémonos por tanto al norte de Roma, a la localidad italiana de Viterbo. Allí residían los papas desde tiempos de Alejandro IV y es que las trifulcas políticas habían vuelto Roma una ciudad inhabitable. Por ello desde esta nueva sede dirigieron a cristiandad los pontífices Urbano IV y su sucesor Clemente IV, pero cuando este murió en 1268 comenzó uno de los follones más monumentales de la historia.

El Papa Clemente IV

El papa Clemente IV, se adentró tanto en los asuntos políticos que al final dejó a sus cardenales divididos entre partidarios de Carlos I de Anjou y de Manfredi de Sicilia

De este modo, cuando el papa murió, elegir un nuevo pontífice no era solo cuestión divina, puesto que oficialmente es el mismísimo Dios a través del Espíritu Santo el que elige el papa, sino que también un asunto de política.

Los cardenales estaban divididos en dos bandos: Los francófilos llamados “Pars Caroli” (por ser partidarios de Carlos de Anjou) y los germanófilos conocidos como “Pars Imperii” (posicionados a favor de Manfredi de Sicilia). Por si fuera poco jaleo político el 13 de marzo de 1271 moría asesinado en Viterbo Enrique de Cornualles, el nieto de Enrique III de Inglaterra.
Por lo tanto, los tejemanjes políticos de los papas habían hecho que en aquella elección pontificia interviniesen, las poderosas familias romanas, los franceses, los alemanes, los ingleses amén de los intereses propios de cada cardenal. Es lógico por tanto, que cuando eligieron al prior Filippo Benezi éste huyese a las montañas de la Toscana con tal de no ser papa.
Y así las cosas, la elección seguía sin producirse hartando, como es lógico, a población de Viterbo. Los cuales con el alcalde Alberto di Montebuono a la cabeza y el capitán del pueblo Raniero Gatti a las armas tomaron una drástica solución. El 1 de junio de 1270 y para sorpresa de los cardenales se cerraron todas las puertas de la ciudad, tomándolos a la fuerza los fueron llevados al palacio papal recluyéndolos bajo llave hasta que encontrasen una solución.

Gatti y Montebueno habían creado el cónclave que literalmente significa “con llave”, en recuerdo a aquel encierro. Aun así, las medidas no fueron suficientes, los meses pasaban y seguían sin Papa, esto provocó que se les volvieron a apretar las tuercas en este caso racionalizándoles la comida y como la solución no llegaba se dio otro paso más, arrancar parte del tejado del palacio papal, para que las inclemencias del tiempo les ayudarían a ver las cosas más claras.

Sala del Cónclave en el Palacio Papal de Viterbo. Sailko

Sala del Cónclave en el palacio papal de Viterbo. La elección del papa fue tan larga que a dos cardenales les dio tiempo a morirse. (Fuente: Sailko)

Al final tomaron la decisión tan rápido, que no importó que el nuevo papa ni estuviera en Italia, ni tampoco fuese sacerdote. Se eligió al noble Teobaldo Visconti que estaba haciendo novena cruzada en Tierra Santa y todo quedó resuelto con un nuevo papa, su santidad Gregorio X.

Teobaldo Visconti

Teobaldo Visconti tuvo una carrera eclesiástica fulminante al ser elegido papa sin ser si quiera sacerdote.