Siempre se ha dicho que la realidad supera la ficción y tanto es así que cuesta a veces creer que historias novelescas tuviesen un poso de realidad. Dramas teatrales, cuentos y relatos de aventura esconden todo tipo de acontecimientos verídicos de la historia de España, he aquí un buen repertorio de ellos.
Alonso de Contreras, un Alatriste de carne y hueso
Conviene aclarar que por hechos reales se entienden episodios contemporáneos al autor, con lo que quedarían al margen las novelas históricas e incluso obras teatrales como Fuenteovejuna que pese a tener un poso histórico no fueron hechos conocidos por el autor de primera mano. No así con su comedia El rey sin reino, basada en las aventuras de un aventurero que el propio Lope alojó en su casa.
La situación era la siguiente: Alonso de Contreras, un joven soldado madrileño, conocido por sus mil y una aventuras, había sido acusado de ser el rey de los moriscos, es decir, el líder de una especie de quinta columna que ponía en peligro incluso el poder del rey. Obviamente todo respondía a una venganza orquestada por un viejo militar al que sirvió Contreras, sin embargo para demostrar su inocencia Alonso de Contreras tuvo que regresar a Madrid hospedándose en casa de Lope de Vega quien por el impuesto de regalía había de dar posada a ciudadanos en apuros dada la, por entonces holgada, vivienda del poeta.
Conviviendo juntos Lope tomó ideas que transformó en comedia. Del mismo modo y como en su propia web indica, Arturo Pérez Reverte se sirvió del capitán Alonso de Contreras para dar forma a su inolvidable Alatriste.
Las trepidantes aventuras del capitán Alonso de Contreras dan para varias novelas
Bodas de Sangre
La inspiración de casos reales se hace especialmente evidente en la obra de Lorca donde varias de sus creaciones permiten vislumbrar historias reales acaecidas en la Huerta de San Vicente donde Federico García Lorca veraneaba o incluso sucesos que ocuparon los medios de comunicación de aquel entonces.
Tal es caso del crimen del Cortijo del Fraile también conocido como el crimen de Níjar, acaecido en esta localidad almeriense el 22 de julio de 1928. Ese día se iba a celebrar la boda entre Casimiro Pérez Pino y Francisca Cañadas una joven enamorada de su propio primo, Francisco Montes Cañadas, con quien decidió huir el mismo día del enlace.
Encolerizado, el hermano del novio abandonado no dudó en tomarse la venganza por su mano y acabó disparando a Francisco Montes quien murió cuando huían a caballo. Francisca sobrevivió pero nunca volvió a casarse viviendo al margen de la prensa y de la popularidad que supuso el caso.
Tanto es así que no solo inspiró a Lorca, Carmen de Burgos también publicó en 1931 su versión de los hechos bajo el título Puñal de Claveles.
Portada de la obra de teatro de Lorca y lugar donde transcurrieron los hechos en los que se basó
La Bella y la Bestia
Otras veces son personas extraordinarias pero absolutamente reales, las que generan relatos fantásticos e incluso cuentos. Esto es lo que parece que ocurrió con Pedro González, un tinerfeño nacido en 1537 y cuya mayor peculiaridad fue nacer con hipertricosis. Una circunstancia que hoy aceptamos sin la mayor importancia era vista con perplejidad en el siglo XVI, por ello y sin que se sepa muy bien cómo (pues las distintas versiones son contradictorias) Pedro acabó al servicio del rey de Francia Enrique II quien lejos de humillarle le dotó de un buen número de títulos y prebendas que le permitían vivir holgadamente.
Un buen ejemplo de cómo Pedro González se integró en la corte francesa es que fue casado con una joven parisina de agraciado aspecto tal como demuestran los retratos que se conservan de ambos.
Es posible que esta historia, inmortalizada en los varios retratos que se hicieron de este célebre canario, terminase inspirando a Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve y a su vez en Jeanne-Marie Leprince de Beaumont para crear el famoso cuento de La Bella y la Bestia.
¿Estará basado el cuento de hadas en la historia del tinerfeño Pedro González?
Los relatos de Emilia Pardo Bazán
Si la prensa de sucesos inspiró a Lorca, Emilia Pardo Bazán acabó siendo reportera de los mismos. Así sucedió en el caso del crimen de la Calle Fuencarral acaecido en el año 1888 despertando el interés de no pocos escritores, Baroja o Galdós son buenos ejemplos, pero ninguno como ellos percibió como Pardo Bazán que en este crimen había cabos sueltos y que parte de la condena a muerte a la criada, Higinia Balaguer Ostalé, estaba teñida de clasismo y machismo.
Pero no queda aquí el interés de doña Emilia por los casos reales, también su relato de terror titulado Aire, estaba basado en el caso real de Cecilia Bohorques, una mujer con problemas mentales que acabó siendo víctima de su situación al creer ser de aire.
Marina Mayoral, gran experta en estos temas, advirtió más casos reales en las narraciones de Emilia Pardo Bazán que nos demuestran no solo su talento artístico, también ser una gran conocedora de la sociedad que vivió.
¿Cuántos casos reales no estarán aun ocultos en las páginas de doña Emilia?