Los diputados de Vox han abandonado este martes el Pleno del Congreso después de que se expulsara de la tribuna a su compañera Patricia Rueda por negarse a retirar el término "filoetarra' dedicado a los socios del Gobierno de coalición.

Este nuevo incidente en el hemiciclo ha tenido lugar pocas horas después de que la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, reprendiera a los portavoces por la crispación en el hemiciclo y en un debate de consenso para apoyar la candidatura de Málaga como sede de la Exposición Universal de 2027.

En ese contexto, Patricia Rueda ha aprovechado su turno para asegurar que el Gobierno de Pedro Sánchez "ningunea" a Málaga y "premia a filoetarras, nacionalistas y golpistas".

El socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, primer vicepresidente de la Cámara, que en ese momento estaba presidiendo la sesión, ha pedido a la diputada que retirase el término "filoetarra", pero la diputada se ha negado y ha sido objeto de una llamada al orden.

Durante unos minutos, Rueda ha permanecido en silencio en la tribuna, o bien ha estado conversando con el vicepresidente del Congreso para pedir que le dejase continuar, pero Gómez de Celis no lo ha aceptado y ha insistido en exigir la retirada. Tras nuevas llamadas al orden, la Presidencia ha optado por quitarle la palabra pidiéndole que desalojara la tribuna, mientras que Rueda protestaba: "Es injusto", clamaba.

Espinosa señala al sustituto de Batet

Ante esta situación, los diputados de Vox se han levantado de sus escaños y han abandonado sonoramente el hemiciclo en señal de protesta. A su salida, el portavoz del grupo, Iván Espinosa de los Monteros, ha afirmado que este incidente es "la enésima versión de que Gómez de Celis no sabe manejar el Pleno".

"Si no se puede llamar filoetarra al brazo político de ETA (en referencia a Bildu) y se nos puede llamar fascistas a nosotros, es que hay un problema en esta Cámara --ha afirmado--. No lo vamos a tolerar".

Lo cierto es que en el debate anterior, que estuvo presidiendo Meritxell Batet, la diputada de Vox Cristina Esteban Calonge se refirió a la izquierda del hemiciclo como "comunistas, sediciosos, separatistas y herederos de ETA", sin que nadie le llamara la atención.

Minutos después del incidente ha sido el presidente de Vox, Santiago Abascal, quien ha comparecido ante la prensa, rodeado por todo los diputados de Vox, para tachar de "gravísimo" lo sucedido porque, a su juicio, supone "arrebatar la libertad de expresión" a una parlamentaria "por decir la verdad que piensan millones de españoles".

Según Abascal, el Gobierno de Pedro Sánchez trata de "asaltar todas las instituciones" y hasta ahora "la única que se salvaba" era el Parlamento, y eso cambió la pasada semana con la bronca suscitada por las palabras de una diputada de Vox contra la ministra Irene Montero, cuando "miembros de la Mesa increparon a gritos a una mujer", en referencia a la diputada Carla Toscano.

En todo caso, ha asegurado que "Vox no va a ser amordazado" y que seguirá halando "donde sea" en el Parlamento, en la calle o en los tribunales.