El pasado viernes 2 de julio el polémico excomisario José Manuel Villarejo declaró ante el juez que investiga la Operación Kitchen. Durante su testimonio, aseguró que se mensaje con el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el presunto espionaje al ex tesorero del PP Luis Bárcenas, implicando también a otros miembros de su Ejecutivo, como María Dolores de Cospedal, Jorge Fernández Díaz y Soraya Sáenz de Santamaría, de la que ha dicho que tenía copia de la documentación intervenida a Bárcenas.

Este martes la Cadena SER ha publicado varios audios del interrogatorio. Algo más de tres horas en las que ha desvelado la presunta participación de la cúpula del PP y del Gobierno, en connivencia con agentes del CNI, para la sustracción de pruebas inculpatorias para los populares que obraban en manos Luis Bárcenas.

Villarejo inculpó directamente a Rajoy, tal y como se escucha en las grabaciones, afirmando que él fue captado para la causa por el director de la Policía, Ignacio Cosidó, ante el "gran interés" de Rajoy, y que es "imposible" por su experiencia en labores de inteligencia, que una operación de tal calado fuera ejecutada sin la autorización del presidente.

El excomisario valoró que “es imposible que decisiones de tal calado las tome alguien por su cuenta”, sino que “son decisiones que se toman en un gabinete de crisis viendo los pros y los contras” y la decisión final corresponde al presidente del Gobierno, que en aquel entonces era Rajoy. De hecho, Villarejo va más allá e insiste en que el ministro de Interior, Fernández Díaz, no pudo haber tomado esa decisión por su cuenta: “Creo que es imposible. Un ministro no puede tomar esa decisión sin que previamente lo haya consultado con la vicepresidenta y el presidente”.

Villarejo hizo especial hincapié en que le facilitaron dos números de teléfono de Mariano Rajoy y los utilizó para comunicarse con él vía sms.

Según su versión, el líder del PP no se fiaba de la información que le transmitía Interior sobre la Kitchen y quería contactos de primera mano así como otro canal de comunicación. Con respecto a quién le facilitó el número, dijo que “no lo recuerdo exactamente, si alguien del CNI o la propia Cospedal porque se lo dijo la vicepresidenta”.

Los mensajes con Rajoy, dice Villarejo, se prolongaron durante “más de tres meses”, “hasta que me cansé”.

De acuerdo con su declaración, Rajoy no era la única persona a la que reportaba. Habló también con algún enlace que le enviaba la entonces vicepresidenta del Gobierno. Le consta -aseveró- que Sáenz de Santamaría tenía copia de los papeles sustraídos del estudio de restauración de arte que la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, tenía en la madrileña calle de General Díaz-Porlier, una operación cuya existencia ha respaldado.

Otro de sus principales contactos era la ex secretaria general del PP y ex ministra de Defensa. Al igual que hicieran ella y su marido, Ignacio López del Hierro, en sus comparecencias judiciales, Villarejo contó que el esposo les presentó y que se reunió con Cospedal en la sede de Génova, a donde accedía por el garaje tras ser recogido en coche oficial en las inmediaciones, así como en el Ministerio de Defensa y en restaurantes de Marbella.

 

Sobre Cospedal, especificó que le presentaron como un antiguo agente que conocía a todo el mundo, pero que nunca hubo un encargo concreto y nunca le pagaron nada.