Cerco a los videojuegos. El próximo objetivo del Ministerio de Consumo pasa por el mundo del ocio virtual. Este mismo viernes, el departamento que dirige Alberto Garzón ha publicado la futura ley que regulará las loot boxes (más conocidos como cofres de recompensa) de los videojuegos, una medida que trabaja el ministro morado desde antes de la pandemia de la Covid-19.

El Ministerio ha lanzado a audiencia e información pública el texto regulativo para que los interesados puedan aportar su granito de arena al articulado hasta el próximo 23 de julio. Toda vez se valoren las aportaciones pertinentes, el documento se remitirá al Consejo de Ministros, órgano que dará su bendición a la futura ley para que comience su tramitación en las Cortes Generales.

Cerco a las 'loot boxes'

Según apuntan desde la cartera de Consumo, la norma afectará exclusivamente a los conocidos como Mecanismos Aleatorios de Recompensa (MAR), más popularmente denominados como cajas de recompensas o cofres, donde los premios sean intercambiables. Es decir, que la activación de los mecanismos de recompensa cueste dinero u otros objetos virtuales adquiridos.

Por tanto, la nueva regulación afectará a dos modelos diferentes: por un lado, las cajas de recompensas que están dentro de los propios videojuegos y, por otro, las webs o plataformas de intercambio ajenas a las plataformas de videojuegos. Fuentes del Ministerio aclaran que, en ninguno de los casos, se busca una equiparación de los videojuegos con los juegos de azar, sino que se distingue entre el propio y videojuego y la loot box.

En el texto figuran como novedades la prohibición a los menores de edad a estos contenidos mediante un sistema de verificación documental (DNI o biometría). En el caso de los mayores de 18 años, se podría limitar el gasto, o bien de forma parcial o bien mediante sesiones de juego de tiempo-importe máximo, aunque también se incluye el sistema de autoexclusión.

Recompensas reales

La ley que regulará las cajas de recompensas cofres de recompensa de los videojuegos también obligará a los operadores de estos videojuegos a ofrecer información veraz sobre las probabilidades reales de obtener el premio.

En cuanto a la publicidad, queda prohibida la publicidad física o presencial (cartelería exterior, medios impresos); se prohíbe la publicidad online en entornos web (incluidas las redes sociales) no relacionados con los videojuegos y en radio y televisión, salvo en la franja de 1.00 a 5.00 horas de la madrugada.

Asimismo, se establece un régimen sancionador para infracciones: Leves (hasta 25.000 euros), Graves (de 25.000 a 200.000 euros); y Muy graves (de 200.000 hasta 3 millones de euros). Pueden llegar a la clausura de los medios por los que se presten los servicios o permitan la activación de los MAR.

El pasado 1 de junio, el ministro de Consumo anunciaba que España será el primer país de Europa en contar con "una ley específica" para regular las 'loot boxes' o cajas botín de los videojuegos, es decir, dispositivos que tengan un valor económico en un mercado real o ficticio y cuyo premio aleatorio se pueda revender o intercambiar, incluidos los famosos NFT o las criptomonedas.

Según dijo Garzón, tres de cada diez estudiantes aseguraron haber gastado dinero dentro de los videojuegos en 2021. Este grupo poblacional es uno de los principales consumidores de este tipo de contenido y, a su vez, uno de los que más preocupan por las tendencias consumistas que los 'loot boxes' pueden generar en ellos durante las sesiones de juego.

"Los 'loot boxes' se han introducido con características muy similares a los juegos de azar tradicionales, por su aleatoriedad y los premios que ofrecen con valor evaluable", comentaba Garzón, quien defiende que contar con una ley específica "permitirá divertirse y que eso sea compatible con la preservación y maximización de la salud de todos los consumidores y, en particular, de los más vulnerables".