Víctor Camino (Valencia, 1994) es politólogo y, desde finales de noviembre, secretario general de Juventudes Socialistas de España. El valenciano llegó a la cima de la organización juvenil para impulsar la agenda joven junto a la agenda feminista y la ecologista, señalando directamente a la precariedad juvenil.

Sin perder el rumbo pidiendo más espacio para la gente joven, habla de ilusionar, de debates que plantean posiciones valientes y de representar a una periferia que no existe porque no se le da voz. Casi cuatro meses después de haber sido elegido en el cargo, Víctor Camino charla con ElPlural.com.

PREGUNTA: ¿Cómo estás viviendo tú y cómo está viviendo Juventudes Socialistas la crisis que se está produciendo en Ucrania?

RESPUESTA: Lo estamos viviendo con preocupación porque es cierto que no nos habíamos enfrentado como generación a este conflicto. Y es cierto que lo que tenemos que hacer ahora mismo es unirnos contra todo lo que está ocurriendo, contra Putin, que es un fanático que se ha saltado todas las leyes a todos los acuerdos y consensos del derecho internacional y aprovecharlo para generar una respuesta de unidad en torno a todas las organizaciones juveniles de toda Europa, que es lo que estamos haciendo.

La semana pasada se firmó un manifiesto donde estuvieron las Juventudes Socialistas, donde estuvo la YES (Young European Socialist) para dar ese mensaje de solidaridad y de unidad con el pueblo de Ucrania.

P: ¿Hay alguna forma de ayudar desde Juventudes al pueblo ucraniano?

R: Sí, se están haciendo campañas a nivel local para enviar ayuda humanitaria. Pero es cierto que la mejor forma de apoyar las Juventudes es mostrar el apoyo al Gobierno y el apoyo a la actuación conjunta de la Unión Europea. Creo que esa es la mejor forma y es lo que debemos hacer. No generar ruido, no generar diversos mensajes, sino apoyar lo que está haciendo un gobierno que trabaja por restablecer la estabilidad en todo el panorama europeo.

Es complicado, pero es cierto que estamos viviendo un momento histórico y aunque estamos cansados de vivir momentos históricos, necesitamos una instituciones fuertes porque si debilitan las instituciones es el caldo de cultivo para los extremismos, como hemos visto estos días también en el Congreso de los Diputados.

P: Estamos grabando esta entrevista un miércoles. Hoy ha comparecido Pedro Sánchez en el Congreso y ha anunciado que va a enviar armas a Ucrania. ¿Juventudes comparte esa decisión?

R: Al final lo primero que se hizo fue un acuerdo para enviar armamento en base a la Unión Europea y ahora se ha decidido tomar otra dirección en la que también España envía ayuda armamentística al pueblo de Ucrania.

Creo que quedarse en la indiferencia o en la equidistancia es lo peor para la paz. Y en este caso, creo que Juventudes Socialistas apoya que exista ese refuerzo a un pueblo que necesita de esa ayuda, de esa fraternidad, para conseguir acabar con el sueño o el deseo de Putin que es exterminar a todo un pueblo.

P: También en estos días ha habido bastantes movimientos en contra de la OTAN. ¿Qué posición tiene Juventudes al respecto?

R: Al final aquí ya hay una cuestión de defensa, que es un largo debate. Tenemos que tener una protección respecto a estas cuestiones que amenazan al final la seguridad nacional e internacional. Vemos que pasó antes, está ocurriendo ahora en el presente y tenemos que ser conscientes que la defensa es fundamental para los países.

La posición de Juventudes Socialistas es europeísta. Hay que intentar buscar también unas vidas o una posición de conseguir que haya un servicio de defensa europeo de cara al futuro. Tenemos que debatirlo, tenemos que incluso diseñarlo, pero generar esos acuerdos internacionales que refuercen la posición de la Unión Europea y que incluso en colaboración de la OTAN puede ser beneficioso para temas que están ahora mismo ocurriendo. Estamos viendo que en nuestras fronteras está pasando lo inimaginable, que hay una invasión en Ucrania, un país que ahora solicita entrar en la Unión Europea. Debemos actuar conjuntamente para no permitir que se salgan con la suya los que rompen la legalidad internacional y que desestabilizan a Europa.

P: En los últimos días también se ha cuestionado mucho el papel de las organizaciones juveniles. 'Papel', el suplemento dominical de 'El Mundo', llegó a decir que "las juventudes de los partidos debilitan la la democracia". ¿Para qué sirven las juventudes de los partidos?

R: El movimiento contrario a las juventudes de los partidos es antipolítica y adulcentrismo. Esa otra vez que nos digan a la gente joven que no entremos en política, al igual que nos dicen que no cobremos lo que nos toca porque tenemos que aprender, como nos dicen que estamos equivocados siempre o que estamos todo el rato de fiesta.

Es un síntoma de adulcentrismo que hay que combatir. Están equivocados. Oía hasta cuestiones que hablaban de ilegalizar las formaciones y creo que Juventudes Socialistas, e incluso todas las organizaciones juveniles, tienen un elemento básico para la democracia que es la formación, el aprendizaje en ciudadanía, el aprendizaje en el respeto y en unirte por unas ideas que al final consigues trasladar a tu día a día. Si hay más gente joven en las instituciones, se hablará más de políticas jóvenes. Sí hay menos gente joven, se hablará menos en las instituciones.

Al final veremos que la confianza entre la política en las instituciones y la gente joven va ampliándose. No, tenemos como deber no hacernos trampas en el solitario. Si critican a la extrema derecha porque es pura antipolítica pero nos quieren también expulsar de la democracia porque nos ven demasiado jóvenes, tenemos una mala noticia para ellos: cada vez somos más y tenemos el deber como generación de que se hable de nuestros retos y nuestros problemas, porque si no lo hablamos nosotros, os aseguro que no lo que no lo va a hablar nadie.

P: ¿Crees que la gente joven tiene peso en la política?

R: Estamos trabajando en ello.

P: Que diría Aznar

R: Exactamente, nada un referente, pero bueno. Estamos haciendo una labor de intentar hacer esa revolución generacional en todas las instituciones. Es complicado, pero cada vez la mirada joven va incorporándose a las políticas públicas. De momento cada vez son más los alcaldes y alcaldesas jóvenes, más concejales y concejalas jóvenes. E incluso en los parlamentos hay esa revolución generacional.

Sin ir más lejos, en el Consejo de Ministros hubo también un relevo generacional o en la ejecutiva del Partido Socialista, por poner otro ejemplo. Es un síntoma de que nuestra generación puede y debe tomar partido, y es importante para que se vuelva a hablar de lo que nos pasa.

P: Una de las cosas que se criticaban en este artículo era que había gente que no ha trabajado o ha hecho otra cosa que no sea la política. ¿Tú crees que se puede ser buen gestor habiendo trabajado solamente en lo público?

R: La política es un paso, no tiene que ser un tiempo. Es un momento de la vida. Ahora bien, hay gente que ha trabajado en política en muchas facetas, que ha estado en todas las facetas, conociendo las organizaciones, conociendo el funcionamiento también de cómo presentar una proposición de ley o no de ley, cómo presentar una iniciativa... Y ese talento también se tiene que prestigiar, porque hay un estigma de que la gente en política como que está para pasárselo bien. Eso es falso. Trabajamos incansablemente. Trabajamos para intentar coordinar organizaciones, trabajamos para coordinar políticas, para llevar propuestas de la calle, a las instituciones. Y es complicado porque vivimos en conflicto permanente y la sociedad se mueve dentro de ese conflicto. Por lo tanto, que nadie piense que estar en política es un paseo.

P: ¿El constante clima de tensión y de polarización contribuye también a esto?

R: Por supuesto que contribuye. Hay un clima de ruido en el que se piensa que los políticos discuten y que realmente nadie soluciona los problemas. Ahora bien, esto está empezando a cambiar cuando se ve que gracias a un gobierno socialista hay un salario mínimo de 1.000 euros mientras que hace tres años estábamos en 720 o cuando hay una reforma laboral que amplía una barbaridad los contratos indefinidos o cuando hay una Ley de Ciencia que hace que los contratos de los jóvenes investigadores o de las jóvenes investigadoras sean más dignos o los temas relacionados con la vivienda. Va a haber una Ley de Vivienda por primera vez en la democracia.

Claro que la gente está cansada del ruido, pero también la gente sabe que cuando gobiernan los socialistas, la política determina la vida.

P: ¿Cómo ves el nuevo PP?

R: Yo lo que creo es que el nuevo o el viejo es siempre el mismo PP. Es el PP en el que se denuncia un caso de corrupción y el que el denunciante es el que acaba siendo expulsado. Pasó también con la trama Gürtel en 2009. Es como otra vez otra réplica de lo mismo. De nuevo el PP continúa en un momento en el que la corrupción es su seña de identidad. Su himno es la corrupción.

Ahora mismo lo que estamos viendo es que Ayuso tiene que dar explicaciones de qué ha pasado. ¿Por qué es tan fácil encontrarte con tu hermano para los contratos y tan difícil encontrarte con un ex en Madrid? Nos lo tienes que explicar.

P: ¿Y Feijóo u otro candidato?

R: Yo prefiero que haya manos limpias. Feijóo tiene el precedente de haber expulsado a nuestra generación de Galicia y por lo tanto no es un buen candidato para la gente joven.

P: Hablando de primarias, hace unos meses fuiste elegido en un proceso de primarias como secretario general. ¿Cómo se tienden puentes después en proceso y se integra todo el mundo?

R: Siendo muy generoso e integrando todas las visiones de la organización. Creo que una organización o una ideología no es un dogma. Hay muchas miradas y está bien que haya ese espíritu crítico que permite también fiscalizar y permite impulsarse constantemente. Es cierto que nosotros en el congreso realizamos una tarea de integración que sigue ahora con esa renovación también de todas las direcciones de las federaciones.

Ahora las responsabilidades son entender cómo es esta organización, sino para que la lideras. Es cierto que hay un proceso muy positivo de unidad que debemos mantener y que debemos cuidar.

Desde mi perspectiva generosidad y en especial empatía por los que creyeron que había otro modelo organización, por muy minoritarios que fueran, y por los que continúan pensando que debe haber otro modelo de organización. Que se integren, que apuesten por este proyecto y que se sumen.

P: ¿Crees que se va a acabar produciendo esa integración total?

R: Yo creo que ya se está produciendo y vamos todos a una. Es verdad que en cualquier organización hay historias, pero de momento vamos todos a una. Yo estoy satisfecho con la integración, con el comportamiento de todos los compañeros y de todas las compañeras, y de verdad que valoro ese esfuerzo por sumar, sumar y sumar.

P: En tu campaña hablabas mucho de emancipación, empleos, trabajos dignos, salud mental... ¿Crees que es algo que se tiene más en cuenta en tu generación o en la mía o que está más olvidado en los que son más mayores?

R: Al final el eje de la desigualdad de la gente joven es la calidad de los trabajos, la calidad de los empleos. Nos formamos, nos dicen que nos formemos, que generemos, que vayamos a la universidad o a la formación profesional y cuando salimos al mercado laboral nos encontramos con salarios de doscientos o trescientos euros haciendo jornadas de cuarenta horas o siendo becarios infinitos.

Al final debemos conseguir romper ese tabú y que no nos digan los mayores que todo el mundo ha pasado por ahí. Nosotros no queremos pasar por la precariedad. No se puede normalizar la precariedad y por eso es tan importante que se hable de ello. Si tú tienes un mal sueldo, luego no puedes permitirte un piso o un alquiler y tienes que trabajar más y tienes que consumir más tiempo.

También hace que nos sintamos peor y que nuestra autoestima se vaya menoscabando. A todos nos ha pasado, a mí también personalmente, habiendo momentos en mi vida en los que he cobrado muy poco y en los que sentía una falta de autoestima importante por esa cuestión.

Y al final es importantísimo para la salud mental si no te puedes emancipar o si vives con cinco personas en un piso y tienes que hacer cola de media hora para ir al baño. Eso afecta a la salud mental. Juventudes Socialistas tiene que estar en los problemas que ocurren diariamente, no en la declaración de alguien, no en las primarias del Partido Popular y no en otras cuestiones. Tiene que estar en los retos cotidianos de nuestra generación, porque si hablamos de otras cosas o somos marcianos, nadie se va a acercar a las Juventudes Socialistas.

P: Has sido la segunda persona de fuera de Madrid el liderar a las Juventudes y hablas de que hay que tener una visión periférica de la política. ¿Qué pasa en Madrid?

R: Hay muchas periferias. Están las periferias territoriales, las periferias sociales, las periferias económicas, las periferias dentro de las propias periferias y dentro de los propios centros.

Creo que es cierto que aquí ocurre un fenómeno en el que parece ser que España es Madrid y Madrid es España. Y no porque lo diga cierta presidenta, sino porque es verdad que la mayoría de empresas están en Madrid, la mayoría de recursos, también hay una política de dumping fiscal que absorbe el talento y la capacidad de otros territorios y hace que se que se vacíen los territorios.

Ahora que hablamos también de la despoblación, uno de los retos que tenemos es hacer una reflexión de, como comentaba antes, si hay más jóvenes en política o se hablará más de los jóvenes. Si hay más personas de lugares periféricos, de todas las periferias que he comentado, en política se hablará también de esos territorios.

P: La amenaza de la ultraderecha que va en contra de todas estas políticas de salud mental y demás que comentas. ¿Cómo se puede combatir ese discurso desde un prisma joven?

R: Combatiendo y haciéndoles caer en sus contradicciones. Son extremadamente españoles, pero su idea de país empieza y acaba en una pulsera y ser muy macho y estar en una España del siglo XX y del siglo XIX. Ahora mismo estaban haciéndose fotos con Putin. Es que es una broma, es antipolítica.

Es intentar desprestigiar las instituciones y todo el trabajo que le costó a nuestros abuelos, a nuestras abuelas, construir la democracia en este país.

El otro día pasó lo mismo. Ahora están con los pactos en Castilla y León respecto a si dejan entrar a la ultraderecha, pues ahora veremos la actitud de la derecha si pacta con la antipolítica o si tiene otra visión y rompe todos sus pactos a lo largo y ancho del territorio.

No creen en los jóvenes, no creen en las mujeres, no creen en el colectivo LGTBI. Son personas que están únicamente para cargarse la democracia. Por lo tanto, más democracia que nunca y unidad de todos los partidos políticos contra ellos.

P: Este miércoles en el Congreso Abascal ha indicado que "cualquiera puede entender ahora la diferencia entre ellos hablando de los de los refugiados ucranianos y las invasiones de jóvenes en edad militar de origen musulmán que se abalanzan sobre Europa". ¿Cómo se puede combatir ese discurso racista?

R: Sobre todo con internacionalismo y también evitando el no dar pábulo. Creo que son declaraciones asquerosas, indecentes, que no se les debe dar ningún altavoz.

Están en una locura de la que tenemos que salir y tenemos que continuar con la solidaridad, con la cooperación internacional. Son personas que lo están pasando mal y que vienen de guerras. Hay que empatizar con toda esa gente que ahora necesita esos corredores de ayuda humanitaria.

La extrema derecha intenta cargarse la democracia y los consensos básicos, pero creo que cada vez son menos los que confían en esa alternativa. Si les escuchan bien, cada vez serán menos los que confían en esos partidos.