La terrible noticia de la localización del cuerpo de Olivia, la hermana mayor de las niñas desaparecidas en Tenerife el pasado 27 de abril, despertó el dolor de todo un país. La hipótesis principal que barajan los investigadores de la investigación sería que el padre, Tomás Gimeno, habría preparado varios lastres para lanzar al fondo del mar a sus hijas y después a él mismo. 

Dada la relevancia e impacto del caso, múltiples rostros conocidos de la política y del ámbito cultural no dudaron en mostrar sus condolencias con la madre y la familia de las menores por medio de las redes sociales. Pedro Sánchez fue uno de los primeros en pronunciarse al respecto, al que le siguieron otros dirigentes. 

Irene Montero, por su parte, dedicó su mensaje a Beatriz, madre de las niñas, haciéndose eco de la condena hacia la violencia vicaria: "Esta violencia que se ejerce contra las mujeres madres para golpear donde más duele es una cuestión de Estado. Estamos aquí para lo que sea necesario", escribía la ministra de Igualdad por su cuenta de Twitter.

Sin embargo, la política de Unidas Podemos pronto recibía una controvertida réplica de parte de Vox. El partido de ultraderecha citaba su 'tuit' en la misma red social criticando que Montero no hiciese alusión en ningún momento a las menores asesinadas: "Ni una sola palabra para las dos niñas Anna y Olivia asesinadas en un crimen de violencia intrafamiliar. Tampoco para la niña asesinada la semana pasada por su madre", argumentaban.

Acto seguido, tachaban de "inmoral" el feminismo que defiende la cartera de Igualdad y el Gobierno central: "La inmoralidad de este feminismo no tiene límites". Asimismo, aprovechaban para reclamar la cadena perpetua para los autores de estos crímenes: "Contra los asesinos, sean hombres o mujeres, cadena perpetua", concluían.