El pasado jueves, el secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Podemos, Iñigo Errejón, anunciaba el bombazo de que no concurriría en las elecciones autonómicas del 26 de mayo bajo las siglas de la formación morada. En vez de eso, irá con la actual alcaldesa de Madrid, Manuel Carmena, en una candidatura conjunta, denominada Más Madrid.

Pero, ¿qué es o qué quiere ser exactamente Más Madrid? Actualmente, son simplemente una página web y varios perfiles en redes sociales (Twitter, Facebook e Instagram). En dicho portal, dicen ser una nueva plataforma ciudadana, una definición que últimamente viene siendo usada por diferentes agentes políticos, pero que en realidad no tiene ninguna validez legal. Entonces, descartada la opción de una plataforma ciudadana, nos centramos en si es un partido político. Para ello, consultamos el registro de partidos políticos -disponible para cualquier público- y no encontramos ningún rastro de Más Madrid. De hecho, la última formación inscrita data del 18 de enero de 2019. Entonces, si no es una plataforma ciudadana y tampoco es un partido político, ¿qué es?

Pues bien, antes que nada, hay que señalar en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General se recoge que de cara a unas elecciones (ya sean nacionales, regionales o locales) se pueden presentar partidos políticos (Partido Popular o PSOE), federaciones (Izquierda Unida), coaliciones (Unidos Podemos) o agrupaciones de electores. Y aquí es donde nos detenemos. Se entiende como tal, a la unión de un conjunto de ciudadanos o electores que presentan unas elecciones y que según la norma de la Junta Electoral Central, se constituyen única y exclusivamente para el proceso electoral concreto al que se presentan. Son independientes, sin que puedan concurrir en coalición con otras agrupaciones o formaciones políticas. Asimismo, tampoco podrán convertirse en partido posteriormente, y su ámbito temporal es el mandato concreto para el que se crean.

Pero, ¿por qué han decidido Carmena y Errejón presentarse a los comicios autonómicos bajo esta fórmula y no como un partido político? Según señalan fuentes cercanas de ambos a este medio, para evitar lo que ellos denominan arribistas, es decir, que partidos que nada tengan que ver con Más Madrid se registren utilizando unas siglas similares, algo que ha ocurrido ya con Podemos. 

Asimismo, según manifiestan, han optado por una agrupación de electores para estar fuera de la tiranía que muchas veces los representantes políticos ejercen sobre los candidatos autonómicos. Por ello, abogan por un proyecto que intenta escapar de los tradicionales partidos. 

Sin embargo, pese a que la comparación entre ambos modelos de participación política parece favorecer a las agrupaciones de electores -menos burocracia, no necesitan una estructura orgánica mínima y tampoco son necesarios unos complejos estatutos- no cualquier persona se puede inscribir como tal. Para poder hacerlo, se necesitan presentar la lista ante la Junta Electoral Provincial y contar con un número de firmas de los inscritos en el censo electoral del municipio en el que se presentan, conforme marca la siguiente tabla.

 
Esto supone que, en el caso de la capital, al tener un número de habitantes que supera el millón -en torno a 3.166.000 habitantes- se deba presentar al menos 8.000 firmas. Una cifra bastante asequible para una persona como Manuela Carmena, la cual tiene una gran legión de seguidores.

En el caso de Errejón, al presentarse para la Comunidad de Madrid, las exigencias son más difíciles de cumplir. La normativa electoral establece que en comicios nacionales y autonómicos, se necesita de al menos un 1% de los inscritos en la circunscripción en la que se presenten. Esto, traducido en número significa que Errejón tenga que presentar unas 65.000 firmas -el censo electoral de la Comunidad de Madrid es de 6.477.000 habitantes, aproximadamente. 

Podemos, en jaque ante estas agrupaciones de electores 

Hay que señalar que esta forma de participación en la política no es algo novedoso en España. De hecho, esta modalidad electoral adquirió bastante notoriedad en noviembre de 2017, cuando los partidos independentistas catalanes se plantearon la posibilidad de presentar así. No obstante, finalmente descartaron esta opción. 

Ahora, el hecho de que en plena capital se pueda dar esta fórmula asusta y mucho en Podemos, y es que temen que esta modalidad pueda producirse en otros municipios de la Comunidad, especialmente en municipios claves para la formación  que en su mayoría no superan los 150.000 habitantes. Lugares, por tanto, donde con 1.500 firmas se podrían crear agrupaciones de electores que perjudicaría claramente a los de Pablo Iglesias, pero que podrían ser beneficiosas para el conjunto de la izquierda al ofrecer una nueva posibilidad al votante desencantado con los partidos políticos.