Hace unos días lo comentábamos en ELPLURAL.COM comparando, con el consiguiente 'salvando las distancias', la famosa pseudo peatonalización de la calle Gran Vía de Madrid y lo hecho en una pequeña capital de provincia como Pontevedra. En realidad, la comparativa se refería a la reacción de las "fuerzas vivas" del pueblo que en la ciudad de las Rías Baixas encabeza el PP, y que en la capital del reino lidera, o eso intenta, Esperanza Aguirre. 

Visto lo visto, a este paso la ex presidenta de la Comunidad de Madrid y ahora portavoz de la oposición en el Ayuntamiento, ni siquiera va a llegar a la manifestación multitudinaria que convocaron y celebraron contra el proyecto del alcalde nacionalista de la ciudad del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Detrás de la misma, claro está, se agolpaban las mencionadas "fuerzas vivas" y "poderes fácticos".

Sin embargo, parece que a Esperanza Aguirre las cosas no le van tan bien. Un dato que apoya esto es que, según se ha podido ver en las últimas horas, en su intento de publicitar su postura contraria a lo propuesto por Manuela Carmena, amenaza de denuncia incluida, recibió la reprimenda de un ciudadano de Badajoz quien le dijo que, con la medida de la alcaldesa, era la primera vez que podía pasear por esa calle. Este es el momento. 

En efecto, quien lo publica o le da viralidad este miércoles en las redes, es Íñigo Errejón, que incluso tira de ironía. A partir de ese momento, como ocurrió un día antes con la noticia publicada por este medio, Aguirre recuperó todo el protagonismo pero, seguramente, no como a ella le hubiese gustado.