Se estrecha el cerco contra el entorno de Isabel Díaz Ayuso. Al margen de su pareja, la que fuera mano derecha de la presidenta madrileña y actual vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, Ana Millán, está contra las cuerdas. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil apuntala la investigación contra la también vicesecretaria de Organización del PP regional. En el informe del Instituto Armado, según avanza la Cadena SER, ha resultado decisivo para que una jueza de Navalcarnero reclame su imputación por cuatro delitos estrechamente relacionados con la corrupción.

En un informe de cerca de 300 páginas, la UCO precisa que Ana Millán, durante su etapa de concejal de Juventud en Arroyomolinos, concedió siete contratos entre 2006 y 2011 por valor de 395.191,75 euros a empresas de Francisco Roselló. El Instituto Armado considera que en las contrataciones tuvo un papel “activo” al suplantar a técnicos para dar el visto bueno a los pliegos de condiciones, además de prorrogar y adjudicar de forma irregular. Los investigadores reflejan en el documento que la mano derecha de Ayuso también conformó las facturas y aprobó su pago, después de reunirse entre bambalinas, lejos de las miradas de funcionarios curiosos, con el principal beneficiario de los contratos.

Según acreditan los agentes del Instituto Armado, a modo de contraprestación, la empresa de Roselló contrató a su novio por 37.578 euros, además de a su hermana, por un total de 88.642 euros. El empresario, además, pagó 51.104,67 euros por la hipoteca de un ático a Ana Millán, pero lo camufló como, siempre según el informe de la UCO, una suerte de alquiler. En las cuentas de la vicesecretaria de Organización del PP de Ayuso aparecen ingresos por valor de 42.650 euros “en efectivo de origen desconocido”.

Señalamiento de una colaboradora

La brigada de la Guardia Civil refleja en el escrito las declaraciones como testigos de empresarios, funcionarios del consistorio y otros trabajadores municipales, como la auxiliar administrativo Vanesa Sánchez. En su etapa como concejal, Sánchez era la mano derecha de Millán y fue precisamente ella la que indicó a la Benemérita que su jefa se “despachaba a solas con Francisco Roselló”, el director de las empresas sobre las que gira la investigación. De hecho, abunda en que cuando el empresario iba al Ayuntamiento, la edil conservadora “se cerraba con él en el despacho” sin que dejara estar presenta a nadie en los encuentros.

La trabajadora municipal explicó a la UCO que Millán quería mantenerla “al margen”, apartándola de todo lo relativo a las contrataciones de Francisco Roselló. Tan sólo le informaba toda vez estaban “decididas las adjudicaciones”, para explicarle cómo funcionarían los contratos cerrados con el empresario. Asimismo, Sánchez destacó en su testifical que la popular no operaba de igual modo con otras empresas que contrataban con su concejalía. En estos casos, la edil abría las puertas de su despacho y dejaba a su subordinada “participar de las reuniones” que se producían.

Sin embargo, Ana Millán está blindada por su condición de aforada. Tan sólo el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) puede imputarla, tal y como solicita la magistrada de Navalcarnero. La presidenta de la Comunidad de Madrid buscó el aforamiento de su mano derecha en las pasadas elecciones, aun habiendo comparecido como investigada en la localidad madrileña, para situarla como vicepresidenta primera de la Asamblea de Madrid. La jueza reclama que Millán sea imputada por delitos de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación y fraude a la administración.

Núcleo duro de Ayuso

Ana Millán es una de las persona de máxima confianza de la política conservadora. Se podría decir que forma parte del denominado ‘núcleo duro’ de la baronesa. De hecho, no solo son cercanas en lo profesional, sino también en lo personal, ya que se reconocen amigas desde antes de que la presidenta estuviera en primera línea política.

Nada más hacerse la lideresa de Sol con el control del PP madrileño, una de las primeras acciones que llevó a cabo fue nombrar a Millán como vicesecretaria de Organización y Territorial. Después, la incluyó en su lista electoral, lo que la garantiza el aforamiento. Más tarde, tras las elecciones autonómicas del 2023, se la reconoce con la vicepresidencia de la Asamblea. Cabe destacar que el ascenso se produce mientras ella estaba imputada.

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