La primera ministra británica, Liz Truss, ha pedido perdón por sus "errores" y ha reiterado su intención de aguantar al frente del Gobierno del Reino Unido y del Partido Conservador hasta que se celebren las próximas elecciones.

"Reconozco que he cometido errores. Lo siento, los he enmendado. He nombrado a un nuevo ministro de Finanzas y he recuperado la estabilidad económica y la disciplina fiscal", ha afirmado Truss en declaraciones a una cadena de televisión británica, donde también ha calificado como "irresponsable" una situación en la que no hubiera tomado ninguna medida tras el rechazo social que generó su reforma fiscal en favor de las rentas más altas.

Truss ha reconocido en la entrevista que se precipitó yendo "demasiado lejos demasiado rápido", aunque continúa insistiendo en una solución contra la redistribución de la renta -"impuestos bajos, crecimiento alto"- pero ahora con la "prioridad" de preservar la estabilidad. "Lo que puedo hacer ahora es trabajar por la gente. Nos han elegido para el programa electoral de 2019 y quiero trabajar por ello", ha añadido la mandataria británica.

En cuanto a las críticas desde su propio partido -son ya cinco los diputados conservadores que han pedido su marcha-, Truss ha afirmado que está concentrada en "trabajar para los británicos". Así, ha abogado por trabajar para fomentar el crecimiento económico, pero ha reconocido que tardará más de lo previsto.

"Sigo en esa línea, pero tendremos que conseguirlo de una manera distinta", se ha excusado la jefa de Gobierno del Reino Unido. Este lunes el nuevo ministro de Finanzas de Truss, Jeremy Hunt, ha anunciado la anulación de casi todas las medidas anunciadas en el minipresupuesto que provocó un terremoto en los mercados y la caída de la libra esterlina.