Había aceptado sólo un debate, el que tuvo lugar en la noche de este lunes, y en ‘su televisión’, la TVG. Un debate que el PP había forzado hasta encorsetarlo por completo, y en el que, increíblemente, los moderadores permitieron, contra lo pactado, que el abriera y cerrara cada bloque. Y, sin embargo, Alberto Núñez Feijóo lo pasó mal. Tan mal que, incluso, se le vio perder el hilo, tartamudear y, literalmente, le enfocaron varias veces mientras se secaba el sudor.

Maldita corrupción

Con todo atado y bien atado, jugando en casa y con sus reglas, el debate iba bien para Alberto Núñez Feijóo (vetó la posibilidad de hacer otros dos debates en televisión, uno en La Sexta conducido por Ana Pastor, aunque le ofrecieron dar cobertura nacional, y va a enviar a un sustituto al debate que tendrá lugar en la SER este viernes). El presidente se movió tranquilo hasta que llegaron al capítulo de la regeneración democrática.

Entonces, el panorama cambió. El candidato socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, le espetó “yo no tengo ni fotos comprometedoras, ni amistades peligrosas”, en referencia a la relación de Feijóo con el narcotraficante condenado Marcial Dorado. También le recordaron los otros candidatos el caso Baltar, el actual representante de la familia-cacique del PP en Orense, investigado por un presunto ofrecimiento de trabajo público a cambio de favores sexuales. E incluso, que su partido a nivel nacional está procesado en varios casos de corrupción… Malos momentos del presidente gallego, al que se vio secándose el sudor en algunos planos.

Malditos datos de empleo

Momentos difíciles también para Núñez Feijóo cuando llegó el momento de hablar del balance de su gestión y los recortes. Intentó presumir el presidente de que había 85.000 parados menos que en 2009, cuando el llegó al Gobierno, ocultando que en su última legislatura se han perdido 150.000 puestos de trabajo, como le recordaron. Llegó incluso, en un giro sorprendente, a acusar a Zapatero y el bipartito (que dejó el gobierno hace lustros) de los problemas de empleo en la Comunidad.

Mal trago para Feijóo, que también tuvo que bracear para no hundirse en la explicación de su compromiso con Galicia que, como le echaron en cara, parece ser realmente un compromiso con la Presidencia de Galicia. Y es que, como le recordaron, ya ha anunciado que si no obtiene la mayoría absoluta que le permita gobernar, se irá de la política gallega.

Malditos datos de las encuestas post-debate

¿Y quién ganó? De momento, la televisión autonómica, que obtuvo un excelente resultado de audiencia, un 13%, que la situó por encima de las cadenas nacionales. Pero en cuanto a los candidatos, la mejor referencia es la encuesta que ha abierto en su web a sus lectores el Faro de Vigo.

Un sondeo que este martes por la mañana daba ganador a Xoaquín Fernández Leiceaga, del PSdeG, con casi un 30%, seguido de Ana Pontón del BNG, con cerca del 25% y sólo en tercer lugar aparece el actual presidente gallego, Núñez Feijóo, con algo más del 24%. Por detrás aparece Luis Villares, el candidato de En Marea, que supera por poco el 18% y en último lugar, la candidata de Ciudadanos, Cristina Losada, que apenas supera el 3%.

En cuando a las otras encuestas, las electorales, dicen hasta ahora que Núñez Feijóo logrará la mayoría, aunque algunas tan poco sospechosas para él como la que realiza La Voz de Galicia apuntan que sólo por un escaño. Todo demasiado apretado, cuando socialistas, Mareas y BNG ya han anunciado su disposición a no consentir la continuidad de un gobierno del PP en la comunidad, y tan sólo Ciudadanos, cuya presencia en el Parlamento gallego está en dudas, o como mucho se limitaría a un solo escaño como posible aliado (Cristina Losada, su candidata, reiteró que podía contar con su apoyo, que, por imagen, dijo que le ofrecía tan sólo para mantenerle “bajo vigilancia”). Pero incluso la representante de C's, acabó por afear a Feijóo que ocultara las siglas PP en los carteles donde sólo aparecen el nombre y el rostro de Feijóo, como reconocimiento de lo negativo que tiene actualmente la marca.