¿Dónde está Albert Rivera? Es la gran pregunta ahora que agosto llega a su fin y su retiro vacacional se alarga más que el del resto de líderes políticos llamados a batirse el cobre en un mes de septiembre en el que las negociaciones para conformar gobierno se prevén claves para evitar unos nuevos comicios. "En Ciudadanos no hemos descansado en todo el verano, haciendo los deberes para formar un gobierno bueno, centrista, liberal y moderado para los madrileños y también para vigilar y someter a control a un gobierno que no rinde cuentas en el Congreso de los Diputados. Ha estado activo todo el verano", defienden fuentes internas del partido a ElPlural.com

Sin embargo, extraños y propios observan con incredulidad la actuación del líder naranja. Dejando atrás un partido marcado por la idiosincrasia oficialista que aupó a Marcos de Quinto, Edmundo Bal y Ángel Garrido, dando portazo de forma contestataria a los críticos (incluidos los fundadores Francesc de Carreras -padre político del propio Rivera- y Xavier Pericay), el dirigente sigue aislado de un año marcado por unos comicios que le auparon, unas críticas que pusieron su nombre en jaque y unas encuestas que marcan un declive proporcional al ascenso de sus homólogos populares en una hipotética repetición electoral.

Ahora, la cribada cúpula naranja, mientras recibe llamadas que cuestionan la estrategia adoptada por los pesos pesados de la formación, apartados mientras el ruido de Marcos de Quinto y los postulados de Ignacio Aguado copan el protagonismo, se excusa en la última novedad argumental sacada del horno: “Lo que sucede en agosto no existe”.

Mientras tanto, PSOE, PP y Unidas Podemos defienden el precepto contrario. Hay que esprintar, sumar y conseguir imponerse en el tan de moda relato. Pedro Sánchez se reúne con colectivos sociales para realizar un programa político del agrado de sus socios, Pablo Casado y su sector más cercano llaman al entendimiento entre las partes bajo el proyecto ‘España Suma' y Pablo Iglesias vuelve a la carga para que, esta vez sí, las discordancias entre socialistas y morados sean superadas y un Gobierno de coalición sea posible antes del 23 de septiembre. 

Llamas en Gran Canaria despachadas con una simple llamada, crisis internacionales con náufragos a la deriva en buques humanitarios con representantes de signo propio vertiendo improperios y aumentando el carácter atrabiliario de una estructura derechizada, coaliciones nacionales de tu rival en plena lucha por encabezar la oposición sin respuesta y, mientras tanto, ni rastro de Rivera.

Mientras tanto, su banda espera su llegada, su plan se desconoce y la pregunta inicial se repite.