El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha optado por el silencio ante el acercamiento del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, a Junts per Catalunya, el partido liderado por Carles Puigdemont. Esta postura se ha sumado a la de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, que tampoco ha querido pronunciarse sobre una estrategia que, hasta hace poco, el PP denunciaba con firmeza cuando era utilizada por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Moreno Bonilla ha evitado cualquier declaración pública sobre las conversaciones que Feijóo ha mantenido con los independentistas como parte de una posible estrategia política.

Este silencio de las dos figuras políticas ha resaltado especialmente tras las críticas que Isabel Díaz Ayuso lanzó contra Pedro Sánchez tras las elecciones generales de julio de 2023, acusándole de “corrupción política” y de ofrecer un “cheque en blanco” al independentismo para asegurar su investidura.

La presidenta madrileña, además, insistió en la necesidad de “acabar con el negocio del independentismo” y en la importancia de ser sincero con los ciudadanos sobre los acuerdos del Gobierno con partidos nacionalistas. Ayuso argumentó que “nadie ha informado ni consultado a los españoles” sobre estas negociaciones.

Sin embargo, su actual silencio frente al acercamiento de Feijóo a Junts choca con la firmeza de sus declaraciones pasadas, dejando en evidencia que lo que anteriormente calificaban como “corrupción política” ahora parece contemplarse como un movimiento estratégico, sobre el cual figuras destacadas del Partido Popular evitan pronunciarse.

Isabel Díaz Ayuso ya dejó constancia de sus intenciones de no mencionar estos acercamientos tan controvertidos, evitando criticar en todo momento la situación entre el PP y Junts. En una rueda de prensa, argumentó que no le correspondía opinar sobre pactos nacionales, y aunque reafirmó su rechazo al independentismo, procuró desvincularse de la responsabilidad de la decisión tomada por Feijóo.

Esta actitud desinteresada de parte de Moreno Bonilla y Ayuso parece evitar un enfrentamiento interno en el partido, optando por mantenerse al margen de un debate que incomoda a la derecha española.