Se abre un nuevo tiempo para la socialdemocracia europea y Pedro Sánchez pretende ser uno de los principales protagonistas de la nueva etapa que se cierne. Este lunes, el presidente del Gobierno recibe a Olaf Scholz, canciller de Alemania. Y no es una reunión cualquiera. Tras la visita del germano a París y a Roma, su siguiente salida ha sido España. Se trata de un poderoso gesto de unidad socialdemócrata en Europa que pretende empapar todo el continente e influir en el devenir global. Será el primer encuentro bilateral entre Sánchez y Scholz después de que el líder alemán tomase posesión el pasado mes de diciembre y tras lograr el Gobierno alemán parar el SPD. Todo un hito para los socialdemócratas después de 16 años de Angela Merkel al frente del país. El Gobierno considera que el encuentro es vital, no en vano, ambos darán una rueda de prensa conjunta.

Hasta la investidura de Scholz, Sánchez era el presidente socialdemócrata por antonomasia en la Unión Europea, pues el PSOE era el único partido de este tinte en liderar uno de los cuatro grandes países. Alemania tenía al frente a Angela Merkel e Italia y Francia a gobiernos más centristas. Con el ascenso de Scholz, Sánchez pierde su título de gran líder de la socialdemocracia europea; pero gana algo más importante para la causa: la socialdemocracia adquiere impulso en el nuevo ciclo. Y ese es precisamente el objetivo de la visita: reforzar la colaboración del eje.

Desde Moncloa han señalado que la visita pondrá de manifiesto la fortaleza de la socialdemocracia en Europa, que ha salido "reforzada" con la gestión de la crisis generada por la pandemia. En ese sentido pretenden que el encuentro demuestre que ambos líderes comparten la misma idea de recuperación “inclusiva”.

Aunque ya en la era Merkel los intercambios eran fluidos, desde Moncloa confían en que la "afinidad personal" y el hecho de que ambos líderes se conozcan desde hace tiempo, pueda ser "un punto importante" que, sumado a la coincidencia ideológica, juegue a favor de la relación.

Además, este no es sino el primer paso de Sánchez en su hoja de ruta internacional. El presidente está decidido a ser uno de los principales líderes de la nueva era y ha comenzado el año con una basta agenda en la que se incluyen llamadas programadas para esta misma semana con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, para el jueves y el viernes con el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, según han confirmado las mismas fuentes.

El marco de la conversación con el galo estará dominado por dos asuntos de fondo, la citada presidencia francesa para el primer semestre de 2022 que acaba de comenzar y los preparativos de la Cumbre de la OTAN que se celebra en Madrid en el mes de junio. A partir de ahí hay varios temas que están sobre la mesa y pueden ser parte de la conversación, según indican desde Moncloa, como el Pacto de Migración y Asilo o las reformas en materia de energía.

Ambos países mantienen diferencias en estos puntos ya que Francia aboga por considerar energías verde el gas y la nuclear, a lo que Sánchez se ha opuesto con rotundidad. En materia migratoria, España se ha posicionado con el resto de países de primera entrada mientras que Francia tiene intereses distintos.

Con Boris Johnson también está confirmada una conversación telefónica este viernes, que busca ir generando consensos ante la cumbre de la Alianza Atlántica. El Ejecutivo español da por hecho que la llamada se llevará a cabo y lo separa de los problemas internos que vive el primer ministro británico, que tuvo que pedir perdón por la celebración de una fiesta en la residencia oficial durante el confinamiento.

Sobre este punto, desde Moncloa sostienen que esto nada tiene que ver con la política exterior y subrayan que la importancia de la relación bilateral es "enorme" tanto económicamente como por la cantidad de nacionales que viven en el otro país.