Cataluña y los pactos con independentistas ha sido uno de los bloques más crispados del debate. Rivera y Casado, sabedores de que son fuertes en este terreno, atacaron con fiereza al candidato socialista. No es la primera vez, como ha recordado Sánchez, diciendo que ya le llamaron golpista, felón o insinuando que tenía las manos llenas de sangre. 

Sin embargo, Rivera no midió sus palabras ni su forma de escenografiar su esfado, posando sobre el atril una foto de Otegi, pintadas contra su persona o ataques contra el juez Llarena. 

Pedro Sánchez, por su parte, se defendió alegando que claro queda que no pacto con los nacionalistas teniendo en cuenta que la no aprobación de los presupuestos por parte de los nacionalistas, entre otros, fue el motivo de estas eleccionesn anticipadas. Además, ha mostrado cómo quedó la votación, rescatando que Rivera, Casado y la portavoz de EH Bildu votaron lo mismo.