El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont, quien reside en Bélgica desde el fallido procès del 1 de Octubre de 2017, ha asegurado este domingo a través de su cuenta oficial de Twitter que actualmente sigue viviendo en Waterloo y no en Colliure, comuna de Francia, instalado en un presunto "cuartel general" de Junts. Lugar en el que, según el político catalá, le ubican algunos medios de comunicación.

"Y que conste que me encantaría estar en un chalet de Colliure donde, según cierta prensa española generalmente bien intoxicada, he instalado un tipo de cuartel general. Pero no, ahora mismo estoy en Waterloo, donde llueve todo el día y la temperatura es de 14 grados", ha reprochado en Twitter.

"Siempre es bueno separar el grano de la paja. Estos días, entre las serpientes de verano y la increíble imaginación de parte de la prensa española (y de la catalana también), esto es imprescindible", ha añadido.

Junts no cederá al "chantaje político"

Hace apenas una semana, Puigdemont rompía su silencio tras el resultado del voto CERA, que ha otorgado un papel crucial a su formación política, Junts, en la formación de un nuevo Gobierno de España.

A través de un larguísimo tuit, el expresidente de la Generalitat subrayó que “el chantaje político” no hará que Junts vote a favor de una hipotética investidura del presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a la Presidencia, Pedro Sánchez. De esta manera, señaló que una vez finalizado el recuento del voto CERA, solamente existen tres alternativas: "O Junts vota a favor, o el PSOE facilita la investidura de Feijóo (o la del candidato que los populares propongan, o nos dirigimos a nuevas elecciones".

Además, argumentó que "el actual presidente del Gobierno y candidato socialista para la reelección solo podrá ser elegido si obtiene el voto afirmativo de una amplia coalición, incluidos los 7 votos de Junts", resaltando que si "hace seis días, los resultados electorales” ya situaron “en el centro de la conversación” a los neoconvergentes, después del recuento está posición “se ha vuelto aún más relevante”.

Cabe recordar que el PSOE perdía un escaño hace una semana en beneficio del PP que pasó de 136 representantes a 137 en el Congreso de los Diputados, por tanto la abstención de Junts no sería suficiente para investir a Sánchez, sino que será preciso negociar y obtener el apoyo explícito de los nacionalistas catalanes liderados por Puigdemont.

“No ha pasado tiempo suficiente”, reflexionó el político catalán, “para saber qué acabarán haciendo los dos grandes partidos españoles -el que ha perdido ganando, y el que ha ganado perdiendo-", haciendo referencia a PSOE y PP, respectivamente, y añadió que “en similares circunstancias” estas dos formaciones optaron por “repetir las elecciones”.

En este contexto, Puigdemont quiso destacar la necesidad de “negociar los términos en los que debe acordarse la resolución de un conflicto como el que existe entre Cataluña y España”. “Tener la llave es circunstancial. Un día la tienes y al día siguiente, no, y no lo podemos perder nunca de vista. Esto no nos puede hacer caer ni en las prisas ante el miedo de perderla, ni en la sobreactuación delante de un poder que es inevitablemente efímero”, deliberó el expresidente de la Generalitat.

“El dedo y la Luna. Esto es el dedo; la Luna es otra cosa. La Luna es un conflicto político muy serio y profundo, y es aquí donde es necesario poner el foco. No en las personas, sino en el país. Y hasta que no recuperen el párrafo perdido en este conflicto (lo de las “diversas vicisitudes” de las que hablaba hace un par de días), no entenderán nada y no estarán en condiciones de tener una conversación provechosa”, reflexionó finalmente Carles Puigdemont.