El PSOE continúa empeñado en negociar contrarreloj a fin y efecto de cercenar a Vox la posibilidad de entrar en la Mesa del Congreso, puesto que se trata del órgano que organiza la actividad parlamentaria. Pero la ecuación no se puede completar sin el Partido Popular.

Los de Pablo Casado tienen claro que no levantarán un cordón sanitario contra la extrema derecha, máxime si no saca rédito de ello. Como moneda de cambio, según publica El Español, los populares habrían ofrecido a los socialistas hacer presidenta del Congreso a Ana Pastor.

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El PSOE ha rechazado de plano la opción, que defiende a su propia candidata: Meritxell Batet.

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Las votaciones

La primera votación es para elegir al presidente o presidenta del Congreso. En este punto no existe gran complejidad puesto que si en primera votación no hay mayoría absoluta (176 votos), se designa al candidato o candidata más votado en una segunda votación.

Las cuatro vicepresidencias y las cuatro secretarías se votan en dos fases y se eligen cuatro puestos en cada una de ellas. Los ocupantes serán los cuatro más votados. En consecuencia, si se quiere dejar fuera a Vox y dando por sentado que los de Abascal votarán unánimemente a su candidato, cada puesto tiene un coste de 53 votos.

¿Sería posible, entonces, impedir que Vox entre en la Mesa sin el apoyo del PP? Posible es, pero tiene un coste. La aritmética parlamentaria es clara: si PSOE y Podemos renuncian a la primera Vicepresidencia, Vox quedaría fuera siempre y cuando se utilicen de manera eficiente cada uno de los escaños.

El Partido Popular cuenta con una bancada de 91 diputados entre el PP y UPN. Si PSOE y Unidas Podemos gastan 92 escaños para ocupar la Vicepresidencia primera, Vox entraría en la mesa porque quedarían los terceros en votos. Ahora bien, si PSOE y Podemos renuncian a este puesto y distribuyen sus votos en grupos de 53, con 159 escaños es suficiente para dejar a Abascal fuera del reparto de los cuatro puestos. En otras palabras, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias solo necesitarían negociar cuatro votos del conglomerado de partidos autonómicos (PNV, ERC…).