El Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) publicó en 2021 un estudio en el que analizaban el impacto que iba a tener en las emisiones de CO2 a la atmósfera reducir vuelos para sustituirlo por discancias en tren. En concreto, concluian durante el debate de la norma francesa que prohibe vuelos si hay alternativa en tren de 2,5 horas. Un cambio, que, explican, solo reduce un 0,1% las emisiones de CO2 en el continente que lidera el coche con un 71,7%.

Reclamando "menos ecologismo simbólico y más cambio real", señalan que la propia Agencia Medioambiental Europea no se atreve a dictaminar si resultaría beneficioso aplicar esta medida en zonas en las que se superen los 500 kilómetros. Además, señalan que lo oportuno es reformular la norma hacia cómo aprovechar, de manera conjunta y eficiente, ambas formas de transporte para reducir de forma real las emisiones contaminantes abordando en el contexto del resto de medios de movilidad el impacto "si se pretende, de verdad, alcanzar beneficios significativos". Es decir, explican que no sirve de nada actuar sobre la aviación si, por ejemplo, el transporte marítimo contamina prácticamente lo mismo.

De hecho, señalan que esta medida, que sin incluir a los hubs somo Madrid, Barcelona, Málaga y Alicante solo eliminarían el 0,1% de las emisiones, da "la impresión de que sí se está actuando de manera decisiva, cuando no es así". Además, piden inversiones para bajar las emisiones del avión abordando la gestión de tráfico eficiente, combustibles más sostenibles, mejoras graduales y propulsiones alternativas, compensación y medidas económicas.

El informe del COIAE es más ambicioso incluso en sus previsiones que la norma que quiere aprobar el futuro Gobierno. Analizan el impacto que puede tener en aeropuertos en España que presentan un mayor potencial de aplicación y que el acuerdo de coalición entre PSOE y Sumar excluye como son los casos de Madrid, Barcelona y Málaga.

"En defensa de las medidas restrictivas para vuelos domésticos es habitual añadir el argumento de que se promovería así la descongestión de los aeropuertos implicados, eliminando la necesidad de ampliaciones, o reduciendo otros impactos medioambientales locales como el ruido", explican analizando las rutas en estos tres aeropertos en 2019 al no poder tomar el 2020 como referencia debido al confinamiento.

Suprimir estas rutas dejaría, por ejemplo un 4% menos de emisiones de CO2 en el aeropuerto de Barajas y un 4,9% en el de El Prat si se elimina el puente aéreo. Si se eliminaran los vuelos Madrid-Málaga, se eliminarían un 3,2% de las emisiones que emite el aeropuerto Málaga-Costa del Sol y un 3,6% si se eliminan las de barcelona. 

Una medida copiada a Macron y que incluía tasas a los 'jets' privados

La medida salía en boca del portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, en plena campaña electoral. Sumar proponía entonces eliminar (ahora es reducir) los vuelos nacionales que tengan como alternativa un viaje en tren de menos de tres horas (ahora son dos horas y media). La candidatura de Yolanda Díaz hacía propia así la medida que la Francia de Macron aprobó hace escasos seis meses para luchar contra el cambio climático. Una medida que, planteada en su origen con las tres horas, afectaría de lleno, entre otras, al puente aéreo entre Madrid-Barcelona, que solo en 2019 movió a 2,5 millones de personas con 200.000 usuarios diarios y siendo el doble de contaminante que el AVE.

Sumar también quería limitar los 'jets' privados e impulsar el despliegue de los trenes nocturnos como opción de transporte alternativo para ahorrar emisiones de cambio climático. Al final, de esas medidas no se ha aprobado nada.

Si acudimos al programa electoral de Sumar se puede ver también que los de Yolanda Díaz proponían para el 23J un "gravamen a los bienes y servicios de lujo que generan un gran volumen de emisiones y nulo rendimiento social, como vehículos de lujo, aviones privados, grandes yates y vuelos frecuentes peninsulares o en clase business". La "tasa creciente sobre los viajes frecuentes en avión" entraría en vigor "a partir del segundo vuelo anual", indicaban sin que se haya recogido esto.

"Eliminaremos los privilegios fiscales del avión e implementaremos una tasa al combustible de la aviación para evitar el 'dumping' económico de este medio en relación a los terrestres. Igualmente, restringiremos las ampliaciones innecesarias e insostenibles de los aeropuertos", recogía también el programa electoral con el que Yolanda Díaz acudía a las elecciones y cuyas ideas no han sido plasmadas en el acuerdo de coalición.

La medida ya existe en Francia. Después de dos años, en las que los obstáculos legales hicieron edulcorar la norma, el país galo se convertía en el primer país de la Unión Europea en restringir este tipo de vuelos domésticos.

Fue el 23 de mayo, y la noticia pasó desapercibida en España por la actualidad mediática de las elecciones del 28 de mayo. Era uno de los aspectos más polémicos de la Ley del Clima que se aprobó en Francia en 2021 y es incluso más restrictiva que lo que proponía hace tres meses Sumar y se ajusta más a lo que ahora quieren llevar a cabo junto al PSOE.

Y es que en Francia han sido prohibidos los vuelos que ronden las dos horas y media o menos. En un principio la norma establecía las 4 horas de duración, pero tras intensas negociaciones se acabó relajando.

Los vuelos cortos son responsables de buena parte de las emisiones de CO2 y otros gases de efectos invernadero de la industria aeronáutica. Por ello, su limitación era una cuestión de Estado para el país galo y varios países europeos ya toman medidas, sin ser tan extremas como la francesa. Por ejemplo, Italia grava los trayectos cortos y Holanda estudia también limitar el número de vuelos desde sus principales aeropuertos. En España, donde se han debatido ya propuestas muy similares a la ley francesa en el Congreso, nunca ha planteado un proyecto de ley. Sin embargo, desde el Gobierno se observaba desde hace meses la aplicación en Francia para aplicarla.