Atrás queda la aparente urgencia que mostraba a principios de año el Partido Popular por abandonar la sede de Génova, 13. La decisión, anunciada hace ocho meses y que estaba programada para después de la gran Convención Nacional celebrada hace ya una semana, finalmente se retrasa sin marcar una fecha concreta en el calendario. 

Desde ElPlural.com nos hemos puesto en contacto con fuentes de la formación, quienes aseguran que "por el momento'' no tienen ''ninguna novedad sobre el tema''. ''Os la haremos llegar cuando haya alguna información", prometen.

Más de 60 millones de euros

Lo que sí se sabe ya es quién será la empresa encargada de gestionar la mudanza. El partido ha comunicado este lunes -más de tres meses después de que se celebrara el concurso- que la consultora inmobiliaria Colliers será la responsable de auditar ''con transparencia'' y ''eficiencia'' -dicen- el traslado de su histórica sede central en el enclave madrileño. 

Fuentes de los populares señalan que todavía desconocen en qué nuevo edificio podrían instalarse, aunque están barajando ubicaciones del centro de Madrid, y si finalmente optan por alquilar o vender. Esta última operación podría incluso superar los 60 millones de euros, lejos de los 36 millones que calculó el portal Idealista

Esta demora en el proceso parece responder a una mejora en los ánimos de la formación, que ha recuperado músculo político en el 4-M tras el histórico batacazo electoral en Cataluña. Y es que cuando Pablo Casado compareció el pasado 16 de febrero para anunciar la decisión de abandonar Génova, la intención era romper cuanto antes con el pasado de corrupción.

Un edificio de corrupción

Según afirmó entonces, el PP no debe seguir "en un edificio cuya reforma se está investigando en los tribunales", en alusión al juicio que comenzaba entonces por el pago de esas obras con la supuesta caja b del partido gracias a la ''tirada de la manta'' de Luis Bárcenas. "No podemos seguir pagando las facturas de cuestiones que ni tan siquiera conocemos", se escudó Casado, que instó a "preocuparse por el futuro" y "olvidar el pasado".

Pero ahora, el Partido Popular ha recuperado puestos en los sondeos y, aunque no contemplan dar marcha atrás a la decisión de cambiar de sede, algunos apuntan a que acelerar la salida puede confundir a sus votantes, desviar la atención e, incluso, sus buenos resultados. Por eso hay quien sugiere que el proceso podría retrasarse hasta las próximas elecciones generales.

La sede de Génova, 13, de más de 10.000 metros cuadrados y un aparcamiento de 93 plazas, fue adquirida en propiedad por el PP en el año 2006 por 37 millones de euros