Las residencias de ancianos se han erigido como el principal foco de riesgo desde el inicio de la pandemia del coronavirus en España, especialmente acusada en la Comunidad de Madrid. La situación es límite, pese a lo cual, Isabel Díaz Ayuso sigue sin enviar los médicos que prometió hace un mes para atender a los mayores. Entretanto, el Partido Popular ha registrado en el Congreso de los Diputados una Proposición no de Ley, rubricada por la portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, para “garantizar la viabilidad y el buen funcionamiento” de los centros.

Los de Pablo Casado piden “garantizar el suministro de equipos de protección individual, de medicamentos, de termómetros infrarrojos digitales y de respiradores a todas las residencias de mayores”.

El Plan de choque incluye que se distribuyan test rápidos de manera urgente para “poder ofrecer garantías a los residentes, a las profesionales y a las familias”.

El Partido Popular también insta al Gobierno de Pedro Sánchez a “habilitar nuevas instalaciones en las que atender de forma adecuada a personas contagiadas por coronavirus correctamente diagnosticadas y/o aisladas por presentar sintomatología, y a incorporar apoyo psicológico en los centros, desde el desarrollo de un plan nacional”. 

Además, solicita elaborar un plan específico para “complementar las plantillas de residencias” e impulsar “ayudas económicas vinculadas al mantenimiento del empleo y dirigidas a financiar la atención extraordinaria realizada en plazas residenciales para personas mayores, así como a la imposibilidad de mantener los ingresos previstos por aplicación de las medidas de aislamiento o la no realización de altas de nuevos usuarios”. 

Todo lo que no hace Ayuso

El Partido Popular pretende con su propuesta atajar la situación extrema que asola las residencias. El problema es que sus dirigentes no predican con el ejemplo. Es el caso de Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, que sigue sin enviar médicos a los centros de mayores un mes después de promteterlo.

A lunes 13 de abril, los sanitarios siguen sin llegar, lo que ha condenado a muchas residencias a condiciones deleznables y ha provocado un cisma en el Gobierno regional.

Las condiciones en los centros de mayores son lamentables. Ante la falta de personal, hay auxiliares que van a trabajar en sus días libres por “37 euros brutos al día”, tal y como denunció Emilio Delgado, diputado de Más Madrid, en declaraciones a ElPlural.com La residencia Parque Coímbra, sita en Móstoles, es un claro ejemplo de la situación límite. El número de residentes es aproximadamente de 200, mientras los auxiliares apenas llegan los 16, lo que da una media superior a 12 ancianos por cada trabajador. Fuentes del sector consultadas por este periódico apuntan que “lo ideal es no superar los cinco residentes, pero depende de las necesidades de cada uno. Como mucho, serían ocho”.