La investidura de Alberto Núñez Feijóo como presidente del Gobierno tambalea, más con el ‘no’ del Partido Nacionalista Vasco (PNV) de este lunes. Pese a que la decisión de la formación dirigida por Andoni Ortuzar es firme, y después de dos intentos de negociaciones por parte del Partido Popular, cabe destacar que esta postura no sólo la mantienen dentro de la cúpula, sino que la misma perspectiva se traslada a la de sus votantes.

Tal y como desveló la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre las perspectivas electorales de la población y que se publicó el pasado 3 de agosto -aunque se realizó de manera previa a las elecciones-, los votantes del PNV, en referencia a qué líder preferían en La Moncloa, fueron claros. En primer lugar, el 63,6% de las personas encuestadas que votaron a EAJ-PNV, valoraron como favorito a Pedro Sánchez para revalidar su puesto en La Moncloa; así como un 10,4% que se decantaron por la líder de Sumar, Yolanda Díaz. Lo que hace un cómputo global del 74% de los votantes que preferían un gobierno de izquierdas.

A la contra, tan sólo un 7,3% de los votantes del PNV colocaron como candidato preferente a Alberto Núñez Feijóo. Esta se constituye como una muestra más del por qué las negociaciones entre Génova y la formación vasca no han dado los frutos esperados por los conservadores.

En la misma medida, los votantes del PNV también creyeron, tal y como recogió el CIS, que Sánchez será el próximo presidente del Gobierno con un 44,9% de los apoyos; a la contra, le otorgaron a Feijóo un 39,4%. Una cifra más ajustada pero que evidencia la posición global del partido vasco, tanto dentro de sus filas como de sus fieles electores.

La doble negativa del PNV a Feijóo

Tras la resaca electoral, Génova se puso manos a la obra para iniciar la ronda de contactos con todas las formaciones parlamentarias que podrían servir de aliadas a Núñez Feijóo de cara a la investidura, pero ya desde los primeros días las negativas -y las dudas- se convirtieron en la tónica habitual. En cuanto a la postura adoptada por el PNV, desde un primer momento, allá por finales del mes de julio, dejaron clara su posición “con meridiana claridad”, es decir, en contra de la ecuación PP-Vox.

“Ante el intento de algunos actores políticos y mediáticos, tanto en Euskadi como en España, de construir una realidad alternativa, estimamos oportuno y conveniente refrescar la memoria”, ha señalado la formación jetzale este lunes a través de sus redes sociales rememorando la primera toma de contacto de los populares con ellos y, por ende, la negativa de torcer el brazo a su favor. Desde el PNV, insistieron en que no decaería su “línea roja” ante Vox, a la par que culparon a la formación de Feijóo de “meter en las instituciones” a la ultraderecha.

Desde Génova, el coordinador general del partido, Elías Bendodo, ha instado al PNV a repensar su postura ante unas circunstancias que, a su juicio, “han cambiado”, dado que no contemplan la coalición en Moncloa junto a los de Santiago Abascal.

La mayoría de españoles prefería a Sánchez como presidente antes de las elecciones

Volviendo al mapa de ideas que dejó la última encuesta del CIS, cabe resaltar que, en términos generales, y recogiendo una muestra de 27.060 personas encuestadas, la mayoría de españoleas prefería a Pedro Sánchez de nuevo como presidente con el 36% de los apoyos, frente al 28,7% que eligieron a Núñez Feijóo.

Respaldando las respectivas posturas, el 6,6% de los encuestados se posicionaron de esta manera porque las propuestas del candidato elegido les gustaban o les motivaban a votarle, frente a un 17,5% que votó en oposición a las que no les gustaban.

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Y es que la diferencia a la hora de responder radicó en el “preferir” y en el “creer”. Ante esta última, sí que el candidato popular ganó al socialista: los españoles encuestados consideraron, con un 51,6%, que Feijóo sí que alcanzaría la Moncloa tras las elecciones; mientras que un 31,7% se decantó por Sánchez. Con el escenario actual, que a cada día que pasa dibuja un trazo más definido, queda por comprobar cuál de los dos líderes se presentará a la investidura al ratificar los apoyos parlamentarios con los que podrá contar para esta tarea.