Pepe Viyuela recogió ayer su Max al mejor actor por su interpretación en Rinoceronte, la obra de Ionesco que esta temporada ha llevado a las tablas el Centro Dramático Nacional. La gala de los premios al teatro, que este año se celebró en el Circo Price de Madrid, suele incluir gestos reivindicativos y esta vez no fue menos en varias intervenciones. Una de las más aplaudidas fue precisamente la de Viyuela, quien tuvo un recuerdo especial para los refugiados y sobre todo para los titiriteros que fueron encarcelados en Madrid por supuesta apología del terrorismo.

"Quiero tener un recuerdo muy especial para los refugiados, que ya han sido mencionados pero nunca lo serán suficientemente por el agravio y la vergüenza inmensa que vivimos en Europa por nuestra incapacidad para abrir las fronteras a las personas, esas tan abiertas al dinero para que fluya. Quería dedicárselo especialmente a una pareja de titiriteros porque francamente no consigo entender a una sociedad que persigue a los más débiles pretendiendo convertiles en un chivo expiatorio, en los sacrificados de tantas cosas terribles que están sucediendo, de ejemplo para que nadie se salga del redil. En esa pareja de titiriteros se condensa lo más sagrado de nuestra profesión: la libertad de expresión y de creación".