Este miércoles el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se enfrentaba a su primera sesión de control en seis meses y con el fracaso de las negociaciones con Pablo Iglesias para formar Gobierno como antesala. Antes de someterse al escrutinio en forma de preguntas de los diputados, Sánchez ha comparecido a petición propia para informar del estado del Brexit y las asuntos abordados por los consejos europeos celebrados los días 20, 21 y 30 del pasado junio. Pero todo esto ha sido eclipsado por el fantasma de la repetición electoral. Las negociaciones permanecen encalladas y el cara a cara que han mantenido los respectivos líderes de PSOE y Podemos no han hecho sino incidir en la fractura.

Sánchez, que una vez más ha solicitado a Partido Popular y Ciudadanos su abstención, ha argumentado que para concretar y poner en marcha los cinco puntos tratados en los últimos consejos europeos (la agenda estratégica 2019/2024, el marco presupuestario para dar cumplimiento a la misma, el cambio climático que es una “emergencia”, la estrategia contra la desinformación para “defender los principios y valores de nuestra democracia”, y las “relaciones exteriores”), se requiere la formación de un Gobierno socialista a la mayor celeridad posible. Y a su juicio, “la estabilidad no la da un Gobierno de coalición”, remitiéndose a lo acaecido en Italia.

Por su parte, Pablo Iglesias ha compartido la necesidad de configurar un Ejecutivo cuanto antes para afrontar los desafíos y retos futuros porque “un Gobierno en funciones” no tiene “la fuerza” necesaria para atajar, por ejemplo, el incipiente Brexit.

Cara a cara

Iglesias ha emplazado a Sánchez a mantener una reunión cara a cara a fin y efecto de desencallar las fracasadas negociaciones: "Le hago una propuesta, sentémonos usted y yo. Usted me vetó. Ese era el escollo. Y yo me retiré. Asumo que ese veto permanece. Sigo en la misma posición. Si usted y yo partimos de lo que dijimos creo que hay una posibilidad de no llevar a este país a elecciones".

El líder morado ha vuelto a tender la mano a Sánchez porque “es preferible siempre un Gobierno en coalición que una repetición electoral”. En consecuencia, ha vuelto a utilizar la tribuna para lanzar una oferta: “Le propongo que sobre la base de la propuesta de julio nos volvamos a sentar” ya que “aunque no sea satisfactorio para nosotros ni para vosotros, sería bueno para la ciudadanía”.

“Se equivoca usted si hace caso los que le dicen que puede sumar 10 escaños más”, le ha replicado Iglesias a Sánchez.

El líder socialista ha retomado la palabra para asegurar que “nosotros somos los últimos que queremos unas nuevas elecciones”. Ante esto, desde su asiento, Iglesias sonreía y realizaba gestos que adivinaban sus pensamientos: “Bueno, eso de que no quieren repetir elecciones”, parecía decir.

El secretario general de Podemos ha lamentado que Sánchez anuncie a bombo y platillo que “no quiere un Gobierno estable” porque opta por gobernar en solitario al tiempo que ha denunciado que, una vez más, le ha pedido el apoyo a Albert Rivera y a Pablo Casado: "Ha dedicado 40 minutos para dirigirse a las bancadas de la derecha y solo cinco a nosotros. Eso revela lo que quiere”.

Asimismo, Iglesias ha sentenciado que si retoman los contactos tomando julio como punto de partida es cuestión de horas que haya un acuerdo.

Compromís, PNV y Bildu piden que negocien directamente

“El bloqueo está en sus personas, pero es posible”, ha señalado el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.

El líder de los nacionalistas vascos ha lamentado que todos los debates “se han reducido a ‘coalición sí’ o ‘coalición no’” y, dado el estancamiento, “solo pueden ser ustedes” los que resuelvan el entuerto.

Joan Baldvoví (Compromís) y Jon Iñárritu (EH Bildu) han sido notablemente más críticos con Sánchez. El primero le ha reprochado que “en 130 días solo consiguieron un ‘sí’” y “ni siquiera tienen el nuestro; mientras que el segundo ha cuestionado si realmente quiere formar Gobierno.