Los partidos han comenzado la campaña echando el resto en las menos de dos semanas que restan para que los españoles acudan a las urnas. Esto, sumado a otras circunstancias, esconde en el armario la presentación de candidaturas para los gobiernos autonómicos, como le ocurre al PP de Monago, que está escondiendo el orden de las listas por temor a una debacle.

En Extremadura, todas las formaciones han hecho públicas sus candidaturas a la Junta. ¿Todas? No, claro. Sólo queda por saber la lista que presentará el Partido Popular. Lo único claro que se extrae de la formación conservadora, hasta el momento, es que José Antonio Monago encabezará la papeleta extremeña una vez más.

El PSOE publicaba el pasado 11 de marzo su lista completa para seguir al frente en la Asamblea de Extremadura, tras cuatro años de Gobierno de la segunda etapa de Guillermo Fernández Vara. Un día después lo haría Unidas Podemos, cuya candidatura la conforman Podemos, IU, Equo y Extremeños. El último en sumarse ha sido Ciudadanos, que la presentó en sociedad como “el fin del clientelismo del PP y PSOE”.

Pero, de momento, no existen más datos sobre el diseño de la candidatura del Partido Popular a la Asamblea de Extremadura. En la formación conservadora prefieren mantener la incógnita, jugando con el vencimiento del plazo, que finaliza el próximo 22 de abril. Algo a lo que no ha ayudado que el candidato y presidente del PP, Pablo Casado, haya programado una nueva visita a las principales ciudades extremeñas este fin de semana. Recibir al líder en campaña con malas caras y una rebelión interna no es plato de buen gusto para nadie.

Candidatura oculta

Fuentes populares consultadas por ElPlural.com confirman que, efectivamente, aún “no se han presentado las listas” y aseguran que se harán públicas entre lo que queda de esta semana – hasta el miércoles – y el próximo lunes, lo que dura la Semana Santa. Una maniobra de escapismo ante la debacle electoral que se prevé en el PP extremeño.

En el seno del partido se puede cortar la tensión con un cuchillo. Las esperanzas populares empiezan a decaer y visualizan una caída por el precipicio, por lo que la confección de las listas también se resiente. “No están cerradas porque son competencia del presidente”, afirman desde el Partido Popular.

Monago tiene en su mano la conformación de una lista en la que muchos de sus integrantes son conscientes de que van a caer y no formarán parte de las instituciones. Los sondeos no son halagüeños: el PSOE mantendría sus 30 escaños actuales, con los que gobierna, mientras que el PP caería siete diputados, de los 28 a los 21, mientas que Ciudadanos sube 9. Por este motivo, el dirigente autonómico pretender resguardarse bajo el cálido manto que ofrece la Semana Santa, un periodo en el que todo suele pasar desapercibido.

‘Santo parapeto’

Una estrategia que recuerda a la que tomó Adolfo Suárez con el Partido Comunista cuando le otorgó la legalidad. En plena Semana Santa, el por entonces presidente del Gobierno se aseguró una semana tranquila y sin alborotos gracias a las vacaciones y a las procesiones. Pero esta técnica no es nueva en la formación conservadora.

En el 2007, en el momento cumbre del PSOE con José Luis Rodríguez Zapatero, el Partido Popular oficializó su candidatura a la Junta de Extremadura un miércoles santo. Una situación que, siguiendo los plazos, puede repetirse de nuevo. En aquel escenario, se presentaron a Carlos Floriano y José Antonio Monago encabezando una candidatura renovada al 50% con respecto a los anteriores comicios de 2003.