Las autoridades rusas han accedido este sábado a entregar el cuerpo del líder opositor ruso Alexéi Navalni a su madre, ocho días después de su fallecimiento en prisión en circunstancias no esclarecidas, según ha informado el equipo del político.

"El cuerpo de Alexéi ha sido entregado a su madre. Gracias a todos los que lo exigían", ha escrito Kira Yarmish, portavoz del fallecido opositor, en la red social X, antes Twitter.

"Lyudmila Ivanovna todavía está en Salekhard. El funeral aún está pendiente. No sabemos si las autoridades intervendrán para llevarlo a cabo como quiere la familia y como Alexey se merece. Os informaremos en cuanto haya novedades", ha añadido en el mensaje.

Alexéi Navalni, líder de la oposición rusa encarcelado, murió mientras cumplía su condena desde diciembre. Estaba considerado uno de los principales símbolos de la disidencia contra el presidente Vladimir Putin y enfrentaba varias causas judiciales. "Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas del fallecimiento", señalaba el comunicado oficial sobre el deceso de Navalni, de 47 años.

Poco más se sabe sobre las circunstancias de su muerte, solo que "se sintió mal después de una caminata", pero su entorno siempre ha denunciado el régimen de opresión que sufría Navalni dentro de la cárcel y que podría haber contribuido a su fallecimiento. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, culpó directamente a Vladimir Putin de la muerte del opositor.

Es más, el líder estadounidense ha anunciado este viernes una batería de "más de 500 sanciones" contra Rusia por el segundo aniversario de la invasión sobre Ucrania y la reciente muerte de Navalni. Asimismo, Biden ha recordado a Navalni como "un valiente activista contra la corrupción y uno de los más encarnizados opositores a Putin". 

Cabe destacar que Washington señala a tres individuos directamente vinculados al encarcelamiento de Navalni, pero también amplía el abanico al sector financiero, a la industria de Defensa, a las redes de suministro y a personas o entidades de terceros países que puedan estar ayudando a Rusia a eludir las sanciones.

Entre las tres figuras señaladas por Washington por la muerte de Navalni destaca el subdirector del Sistema Penitenciario de Rusia, Valeri Boyarinev. El Departamento de Estado le acusa de dar instrucciones al personal de la prisión para que aplicara "un trato más severo a Alexei Navalni mientras estuviera detenido".