Esta mañana ha sido encontrado muerto Navalni en la prisión de Jarp, conocida como "El lobo polar", en la que se encontraba. Ubicada en el distrito ruso de Yamalo-Nénets, donde se encontraba cumpliendo una condena de 19 años. De momento, según han informado las autoridades, no se conocen más detalles sobre su muerte.

Tal y como señala el comunicado oficial sobre su muerte, “se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas del fallecimiento".

Según han informado desde la agencia rusa RIA Novosti, el opositor afirmaba encontrarse en mal estado después de realizar una caminata e instantes después perdió el conocimiento.

Un caso de fraude fue el que llevó a Navalni a ingresar en prisión con una pena de nueve años en una “colonia penal de régimen estricto”. Cuando se le impuso esta condena, ya llevaba tres años y medio en la cárcel por incumplir las condiciones de una fianza cuando estuvo hospitalizado en Alemania.

A pesar de ello durante los años 2011 y 2012, Navalni colaboró con las protestas contra el fraude electoral y la corrupción gubernamental, centrando la investigación en el círculo próximo a Putin. Además, en 2013 llegó a obtener el 27% de los votos en las elecciones a la alcaldía de Moscú y se convirtió en una pieza fundamental para el Kremlin al identificar un palacio en el Mar Negro para uso personal de Putin. En 2020, el opositor ruso entró en coma por un presunto envenenamiento organizado por el servicio de seguridad ruso FSB y fue trasladado a Alemania. Posteriormente, en 2021 volvió a Rusia donde estuvo detenido y condenado a la que sería la primera de varias penas que sumarían en total más de 30 años en prisión.

A pesar de que hace un mes, Navalni comunicó públicamente que se encontraba bien, a principios de 2023, más de 170 médicos firmaron una carta dirigida al presidente ruso, Vladimir Putin, donde advertían del empeoramiento de la salud del opositor: “Las condiciones de su detención y la apariencia física de Alexéi Navalni nos causan una gran preocupación por su vida y por su salud”.