Las negociaciones entre el PSOE y Unidas Podemos siguen enquistadas. La oferta socialista no es suficiente para los morados, que alegan que apenas hay cambios respecto a la anterior propuesta y emplazan a Sánchez y su núcleo duro a mover ficha hasta que sea demasiado tarde.

Sin embargo, dese Ferraz se han cansado de ceder, de intentar sin éxito que sus homólogos y “socios preferentes” acepten la fórmula acordada. Carmen Calvo, después de reunirse con Pablo Echenique durante toda la mañana del miércoles, ha enviado un ultimátum en forma de propuesta definitiva. O lo aceptas o lo dejas. A la espera de respuesta, el propio Pedro Sánchez ha tomado las riendas y ha telefoneado personalmente a Pablo Iglesias para poner los puntos sobre las íes: no habrá competencias en Trabajo, Hacienda, Transición Ecológica ni Igualdad.

Desde que Pablo Iglesias aceptara la condición sine qua non impuesta por el candidato a presidente del Gobierno, apartándose por petición expresa del mismo y afirmando que su partido no iba a seguir incondicionalmente las imposiciones socialistas, todo cambió. El PSOE se dio cuenta de que la baza del veto se había acabado, aceptaron incluir a Irene Montero en una vicepresidencia -aunque de forma “simbólica- y empezaron a tramitar aquello de lo que habían renegado desde que tuvieran lugar las elecciones: un Gobierno de coalición.

Pero aquello no iba a frenar la virulencia del candidato morado. Vetado y con el relato a su favor, Iglesias no dudó en destapar las vergüenzas de Sánchez desde la tribuna de oradores y en cada una de sus réplicas. Calificando de puestos “meramente decorativos” los ofrecidos por el PSOE, la fricción entre las fuerzas volvía a tornar en distanciamiento.

La abstención concedida como símbolo del aperturismo a seguir intentando llevar a buen puerto las negociaciones fue bien recibida por parte de los socialistas. Tanto es así que Pedro Sánchez y su cúpula, tras más de tres horas de reunión en el Congreso de los Diputados, emplazaron a Carmen Calvo a llamar a Pablo Echenique y concertar una reunión a contra reloj en la abordar las aspiraciones personales para convertirlas en un programa común.

Idas y venidas que, a escasas horas del momento final, han dejado llamadas, reuniones y propuestas entre líderes. El PSOE ha desvelado que la oferta final consistía en una vicepresidencia y tres ministerios. Insuficiente, por el momento, para que Unidas Podemos, que quiere dejar su participación en el futuro Gobierno bien atada, diga que ‘sí’ a Pedro Sánchez

La izquierda puede y debe entenderse”, dijo Adriana Lastra en su intervención en el hemiciclo. Por ahora, ambas partes saben que deben hacerlo, pero las diferencias entre las partes impiden hacerlo.

Tic, tac. Habrá que contener la respiración hasta la foto finish.