Junts y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no tiran la toalla y confían en incluir nuevas enmiendas a la Ley de Amnistía. Tras aceptar esta semana los matices requeridos por las fuerzas independentistas, un nuevo auto del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha endurecido la postura de los independentistas. Confían en que el Gobierno, como ya ha ocurrido previamente, dé el visto bueno a sus retoques. Hay tiempo hasta el próximo 30 de enero, cuando el Congreso, en sesión extraordinaria, apruebe la tramitación del texto para enviarla al Senado. Sin embargo, en Moncloa no están dispuestos a ceder un palmo de terreno más en la negociación de retoques a la medida de gracia. “El PSOE está votando las enmiendas que aprueba y pacta el PSOE”, ha explicado el ministro de Justicia, Félix Bolaños, que cierra la puerta a la inclusión de medidas de última hora.

El Gobierno de Sánchez no logra desquitarse de la presión que Junts y ERC imprimen con la negociación de las enmiendas a la Ley de Amnistía. Los grupos independentistas no sueltan el hueso y creen que es posible arrastrar al PSOE a la introducción de nuevos cambios en el texto antes de que expire el plazo el próximo día 30. Republicanos y neoconvergentes redoblan su apuesta tras un nuevo auto del juez Manuel García-Castellón en su ofensiva por mantener el terrorismo ajeno al texto de gracia.

Desde el entorno de ambas formaciones mantienen los canales de contacto con el PSOE plenamente abiertos. Subrayan que hay tiempo para negociar los nuevos retoques planteados, aunque lo emplazan todo a la “voluntad política” que aún quede en el PSOE para acometerlos. En el pleno del próximo martes, los socios de la investidura podrían convalidar algunas de las enmiendas transaccionales entre Junts, ERC y PNV. Sin embargo, la respuesta, por el momento, del Gobierno va en otra dirección.

Moncloa cierra la puerta

El Gobierno no cederá más. Al menos así lo manifiesta el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. En declaraciones ante los medios de comunicación, ha descartado incluir cambios de última hora en el texto, subrayando que el PSOE vota las enmiendas que aprueba y pacta la propia formación. Bolaños ha recordado que aún quedan enmiendas vivas y en el pleno extraordinario del próximo martes “se comprueba si alguna de ellas se vota por mayoría” y, por tanto, se incorpora a la redacción del articulado.

En cualquier caso, Bolaños ha sido contundente: “El PSOE está votando las enmiendas que aprueba y pacta el PSOE”. Las enmiendas que aún quedan vivas se presentaron en solitario por parte de Junts, ajenas al acuerdo con los socialistas. Sin embargo, tras son fruto del pacto entre estas dos formaciones, incluso otras del resto de grupos que ya se han incorporado al texto. Lo cierto es que en este momento sólo se pueden incluir modificaciones que no se han registrado si es por la unanimidad de todo el Congreso, incluyendo a PP y Vox. Por tanto, se antoja harto improbable.

El súper ministro de Sánchez ha reiterado que la redacción de la medida de gracia es impecable y no se sale ni un ápice de los márgenes constitucionales. Además, resalta su “solidez” con arreglo al punto de vista técnico. Bolaños se ha pronunciado en este sentido tras ser interrogado por el último auto de García-Castellón, que continúa estrechando el cerco sobre la cobertura de la Le de Amnistía. “Todas las decisiones, todas las resoluciones que adoptan los jueces y tribunales pueden ser recurridas para revisar su legalidad. Eso es el funcionamiento normal de un Estado de Derecho como España y desde luego yo confío en un comportamiento ejemplar de todas las instituciones del Estado”, ha remachado.

Sobre si el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, pudiera quedarse fuera de la amnistía, Bolaños ha puntualizado que no es un asunto que ataña al Gobierno. “Es una cuestión futura, una vez que la ley esté en vigor”, ha matizado, al tiempo que recordaba que son los jueces la autoridad competente en el marco de la aplicación del texto. De este modo, confía plenamente en “un comportamiento ejemplar” de todas las instituciones del Estado.