Hace escasas semanas se conocía la relación ‘laboral’ que mantuvieron el excomisario José Manuel Villarejo y la entidad financiera BBVA. El banco pagó cinco millones de euros al policía entre los años 2012 y 2017 a través del entramado societario de éste. Un cobro desvelado por El Independiente y que se corresponde con servicios similares a los que se investigan en el caso Tándem​.

Sin embargo, parece que el vínculo entre la entidad financiera y el excomisario no queda cercenado a esa horquilla de tiempo, sino que va mucho más atrás en el tiempo. Más concretamente al 15 de mayo de 2005, cuando tuvo lugar una conversación entre Enrique García Castaño – también imputado en el caso Tándem – y el propio Villarejo.

Según consta en una grabación de esa charla desvelada por Vozpópuli, el excomisario hurgó en la vida privada del exministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián. Un trabajo que hizo para el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). Villarejo explica a Castaño la labor que le había encargado una entidad en la que trabajaba como jefe de seguridad el también excomisario Julio Corrochano, más conocido como Julito, y amigo personal de sendos policías. ElPlural.com se ha puesto en contacto con el BBVA, pero no han querido hacer ningún comentario al respecto.

El excomisario José Manuel Villarejo. EFE/Archivo

 

La petición de BBVA

Pero para contextualizar la actuación de Villarejo, cabe señalar que en mayo de 2005 habían transcurrido dos meses de la intentona de Sacyr por hacerse con la mayoría accionarial del banco presidido por Francisco González, al que denominan FG. Sin embargo, González evitó este movimiento del que se culpó a Miguel Sebastián, del que aseguraban había apoyado la operación de Sacyr. En este momento, el que fuera ministro de Industria, ejercía como director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero tras seis años dirigiendo el Servicio de Estudios de BBVA. 

“¿Qué es lo que quiere el FG?”, comenzaba el excomisario Villarejo antes de cuestionarse si lo que pretendía es poner nervioso al extitular de Industria. El que fuera alto cargo policial relata que “tiene unos cambios de estado emocionales de la hostia”, aunque también explica la opinión de Francisco González, quien considera que lo que deberían hacer es “buscar alguna fórmula para desequilibrar al que es su enemigo”.

El presidente del BBVA, Francisco González

En este momento acusan a Miguel Sebastián de “montar el show para Sacyr, aunque el Abellón se quisiera beneficiar”. “Hemos quedado que la pasta que estaba pendiente nos la iba a pagar, y la está pagando. Me da un recibito tal y cual y yo con eso he pedido los últimos canutos (micrófonos) para hacer un poquito de rastreo”, explicaba el excomisario.

Detalles "morbosos"

Pero la intromisión de Villarejo en la vida privada no quedó ahí, sino que también investigaron dónde veraneaba el exministro. Unas pesquisas para conocer en profundidad la intimidad de Miguel Sebastián. En la grabación, asegura el excomisario que “quiere saber, oye, este tío dónde veranea Sebastián”.

Pero la cosa seguía. Villarejo se lo había tomado en serio y le comentó a Castaño que “llegó a localizar” a una persona que le pudo facilitar “los datos morbosos”. “Con esa historia cojo al otro, que es odio, con esa historia cojo al FG y nos contrata”, señala victorioso y optimista Villarejo.

El excomisario le otorga dos caminos a García Castaño para obtener información “morbosa” sobre Miguel Sebastián. Incluso pretende filmar a una persona en un céntrico local de la capital de España.

Castaño y Villarejo tenían acceso al “móvil de Miguel Sebastián” y su plan pasaba por localizar a una persona con “tarifa prepago” para, tras varias disertaciones sobre cómo hacerlo, “filtrarle el teléfono oficial” del exministro de Industria.