El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó la coyuntura bélica en Ucrania para anunciar que España elevaría al 2% del PIB la inversión en Defensa. Dicho gesto provocó una profunda en el bloque de investidura, puesto que sus socios, incluido Unidas Podemos, se oponen frontalmente. Y los ciudadanos españoles también.
Según el estudio publicado este viernes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), más de la mitad de los españoles no respalda el compromiso adoptado por el Gobierno de aumentar el gasto en Defensa. Un tercio prefiere dejarlo como está y un 12% apuesta incluso por rebajarlo.
La encuesta señala que solo un 47,3% de los ciudadanos ve con buenos ojos ese incremento del presupuesto de Defensa para que España esté preparada "para futuras amenazas", mientras que el 34,4% cree que tendría que mantenerse como está, e incluso un 12,2% considera que debería reducirse.
España incumple el dictamen aprobado por la OTAN en Cardiff en septiembre del 2014 en el que apremiaba a los países que la integran a elevar sus respectivos gastos hasta el 2%. Los datos oficiales del Ejecutivo sitúan este gasto en torno a los 10.155 millones de euros, un 1,2%.
Unidas Podemos, Más País, EH Bildu y Compromís han sido clarividentes. Ninguno de ellos prestará su bancada para elevar el gasto en Defensa puesto que consideran que engrasaría las empresas armamentísticas en detrimento de las políticas sociales.
No obstante, la iniciativa de Sánchez no tendrá efectos inmediatos. Para llegar al 2% del PIB, el Gobierno habrá de incrementar el gasto en unos 7.600 millones de euros. No se abordará hasta los Presupuestos Generales del Estado del próximo año, 2023, e incluso, fuentes socialistas admiten que se elevará de forma progresiva, por lo que podría no alcanzarse el objetivo en la presente legislatura. El portavoz parlamentario del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, explicó que habría que ver cómo se financia: “Se irá diseñando. Habrá que vértebras la arquitectura presupuestaria. No adelantemos acontecimientos”.
