Las fichas comienzan a moverse en el tablero. Ciudadanos ya ha levantado el veto a Vox a pesar de la insistencia con la que defendió el ‘no es no’. Ignacio Aguado se ha reunido con Rocío Monasterio para “conocerse” y establecer un “clima cordial” en Madrid. Al exprimer ministro de Francia y candidato naranja al Ayuntamiento de Barcelona, Manuel Valls, no le gustó ni un poquito esta connivencia con la extrema derecha y así lo hizo constar públicamente, lo que desembocó en un tenso enfrentamiento con Marcos de Quinto.

Valls publicó en su cuenta oficial de Twitter que “el futuro de España, de nuestras comunidades o de nuestras ciudades” no puede quedar en manos ni de los “separatistas” ni de la “extrema derecha”: “Cada uno tiene que asumir sus responsabilidades y ser coherente”.

El número dos de Albert Rivera en las listas por Madrid al Congreso, De Quinto, no tardó en responder y, tirando de fina ironía, le preguntó: “¿Se lo dices al PSOE que se abstenga para permitir que haya un Gobierno Ciudadanos-PP sin necesidad de otros apoyos?”.

El exprimer ministro galo insistió en que los pactos anunciados entre los de Pablo Casado y los de Santiago Abascal, así como las “reuniones de líderes de partidos constitucionalistas con Vox” no es normalidad democrática, sino normalización de un partido de extrema derecha. “No es lo mismo… Y no puedo esconder otra vez mi gran preocupación”, sentenció.

El exvicepresidente de Coca-Cola zanjó la disputa retórica con otra afilada pregunta: “¿Y no te preocupa que el PSOE coquetee con Bildu en Navarra? ¿O que anticapitalistas o blanqueadores del chavismo pacten con socialistas o pidan un ministerio? ¿Normalidad democrática?”.