PP y Ciudadanos ya están sentados en la mesa para negociar las condiciones de su particular matrimonio. Pero en esta relación, parece que hay una parte que da más que la otra. Mientras la formación de Mariano Rajoy no ha dado su brazo a torcer ni ha cambiado de postura en ningún momento tras el 20D, Albert Rivera se ha ido tragando un sapo tras otro, lo que nos ha dejado una ristra de contradicciones reflejadas en la hemeroteca que retratan al líder naranja y a todo su partido.