Cuando Mariano Rajoy se ha decidido a relacionar los incidentes de Cataluña con una presunta "pasividad" del Gobierno, estaba hablando sobre terreno abonado por ejemplo por el insitituto neocon GEES, próximo a la FAES de Aznar y al PP. Así, en un artículo difundido este miércoles por la web de Losantos, Libertad Digital, aluden a las increpaciones en Madrid a Gallardón o a los sucesos en la Generalitat valenciana -donde la policía nacional cargó para garantizar la integridad de los diputados regionales- para denunciar que "la pasividad de Rubalcaba ha tenido como consecuencia el envalentonamiento de los llamados indignados".

Todos potenciales víctimas de los "acosadores"
Los neocon del GEES argumentan que si los manifestantes acosan a un político "qué pueden pensar comerciantes o vecinos que ven las algaradas a la puerta de su casa" por lo que insisten en que interrrogar sobre "qué o quién será el próximo en recibir la visita de los acosadores".
Comparaciones con Argentina
El GEES, que cuenta con analistas que instaron a movimientos populares en España como los que se están produciendo en el mundo árabe, se muestra ahora muy preocupados para decir que protestas como las de España sólo la han visto "en los piqueteros argentinos" donde se dan cita "desde jóvenes burgueses aburridos hasta delincuentes comunes" que operan con "la ocupación callejera y la violencia del número". También acusan a Público y El País de haberlos "adoptado" y de señalarles "objetivos".

El responsable último de lo que pase es Rubalcaba
Los neocon insisten en que Rubalcaba tiene una relación "instrumental" con el movimiento pero luego dicen que "nadie puede garantizar que las cada vez más osadas actuaciones de los piqueteros no traigan un disgusto el día menos pensado" y en ese caso "el responsable último será el candidato Alfredo". Desde el inicio de la crisis el GEES y otras voces neocon han comparado reiteradamente la crisis de España y la Argentina, aunque obviando algunos de sus aspectos, como que fue un presidente liberal como Carlos Menem quien con una moneda fuerte -mediante la paridad del dólar y el peso- provocó el control de la inflación pero también la fantasía de que el país era rico y por ejemplo una caída de la producción nacional frente a las exportaciones. Sin embargo, las facturas de sus desequilibrios las pagaron otros mandatarios.