Córdoba es una de las plazas marcadas en rojo el próximo 26 de mayo. Fortín histórico de Izquierda Unida, el Partido Popular consiguió imponerse en 2011. Sin embargo, el PSOE revalidó el poder para la izquierda en 2015 y se presenta como el partido a superar. La gestión al frente del Ayuntamiento en los últimos años de Isabel Ambrosio no ha pasado factura, ya que la demoscopia vuelve a ponerlos en lo más alto. Eso sí, a la espera de que las sumas cuadren.

Córdoba, con sus idas y venidas, se convierte así en un paradigma. Las encuestas cercioran esta rivalidad, dejando el escenario en un empate técnico, donde las horquillas que se presentan resultan claves para que uno u otro bloque consiga alzarse con la alcaldía y dominar el Consistorio andaluz.

Los socialistas serían, según la encuesta realizada por Deimos Estadística para el diario Ahora Córdoba, la opción predilecta de los cordobeses con un 25,84% del voto y entre siete y nueve concejales. Le seguiría el PP, muy cerca, con 24,13% del voto y entre siete y ocho puestos.

Más lejos, Ciudadanos, 14,31% del voto y 4-5 escaños; Podemos, 13,00% del voto y 3-4 concejales; Izquierda Unida, 10,76% y una horquilla entre 3-4 puestos; y Vox, que entraría en el Ayuntamiento con 2 o 3 concejales y un 9,39% del voto.

Así las cosas, con la pelea por el primer puesto tan reñida, los apoyos se presentan vitales. Ciudadanos tiene el tercer puesto, pero Podemos e Izquierda Unida tratarán de sumar sus concejales a los cosechados por el PSOE para imponerse a la ecuación de las tres derechas.