Es bastante lógico que la reacción social, enormemente dispersa y con todos los frentes abiertos que estamos viviendo, sea resistencial, defensiva. Es decir, 'antes de que me vayan quitando más', me decía un médico, '¿crees de verdad que salgo a la calle porque me están quitando la paga de Navidad? No, estoy saliendo a la calle para que no me quiten nada más que la paga de Navidad'. Pero es una reacción pues ciertamente humana, es la reacción ciertamente humana, la sensación, la reacción defensiva ante lo que estoy perdiendo. Y esa reacción se va a convertir en una reacción reivindicativa. Vamos a pasar del resistencialismo a la reivindicación en cuanto que, y ojalá fuera como dice el Gobierno mañana o este año el último, en cuanto que las cifras de las empresas del Ibex aparezcan todas en negro y con resultados positivos y las empresas además tendrán la obligación de decir 'hemos mejorado tal, tal y tal y nos ha ido mejor...". En ese momento, lo resistencial se volverá reivindicativo, y con más fuerza. 'Oiga usted, y de lo mío ¿qué hay? Que lo perdí todo, mucho más de lo que ha perdido cualquier otro'.