Los incidentes que giraron en torno a Ciudadanos durante la manifestación del Orgullo han marcado la actualidad desde el fin de semana. Miembros del partido de Albert Rivera han lamentado desde entonces los incidentes en la marcha. Sin embargo, la Policía ha desmentido la versión del partido liberal y ha negado, con rotundidad, que se produjeran “agresiones físicas”, según desvela El País.

No hay constancia”, escriben en el informe miembros del operativo. La Policía detalló en el documento que tan sólo se produjo algún lanzamiento “aislado” de algún objeto “no peligroso”, así como agua e insultos.

No obstante, la Policía le devuelve la pelota a Ciudadanos y les culpa de no seguir “las instrucciones policiales ni sus consejos”. Además, aseguran que siempre estuvieron escoltados por “agentes de paisano”. Según El País, fuentes de la policía detallan que el informe se elaboró el lunes, después de que algunos dirigentes naranjas cargaran contra la actuación de los miembros policiales.

Por ejemplo, Begoña Villacís acusó a la Policía Nacional de “tardar mucho en llegar” y de “actuar de forma muy ineficiente cuando podía haber pasado cualquier cosa”. “Mis compañeros tuvieron miedo”, recuerda la vicealcaldesa, que se marchó de la manifestación antes de que comenzara el boicot.

Este informe contradice punto por punto la versión de Ciudadanos. Miembros de la policía señalan al jefe de seguridad de Ciudadanos, de quien aseguran que solicitó protección para asistir a la manifestación. La formación liberal detalló que acudirían 200 militantes y se incorporarían a la movilización al llegar a Neptuno.

Un inspector de la Policía, acompañado por varios policías, se entrevistó con altos cargos del partido para tener información de manera inmediata sobre cómo se desarrollaba la marcha y reaccionar, así, con rapidez. De hecho, fue este inspector el que se vio cómo una decena de manifestantes intentaba boicotear a los liberales con una marcha más lenta.

La Policía les planteó sortear este ‘obstáculo’ desviándose, pero los naranjas se cerraron en banda y se negaron. Según el citado medio, fuentes de la policía acusan a los liberales de desoír sus consejos hasta en dos ocasiones.

El informe relata cómo un grupo de manifestantes se sentó en el suelo para impedir el avance del grupo de Ciudadanos. La Policía descartó despejar la calzada, pues esto podría alterar más a la ciudadanía. De hecho, este bloque provocó que se desataran los “insultos y gritos”, amén de las botellas de plástico y pistolas de agua. Ni siquiera el lanzamiento de botellas origina lesión alguna.

Pocos instantes posteriores a las 22:00, la Policía Municipal debía entrar para “formar un cordón de protección” después de recibir un “requerimiento” de un número importante de concejales naranjas. En este momento, el Cuerpo tenía desplegados a más de 20 policías no uniformados y preparados para actuar “si fuera necesario”.

Media hora después, Ciudadanos decidió que quería abandonar la manifestación y que, para ello, necesitaba una intervención policial ínfima, pues solo reducidos grupos continuaban insultándoles. Esta decisión de hacer un “mero acompañamiento” es firmemente defendida por la Policía, pues la considera la más “adecuada” para evitar situaciones de riesgo.