El 15-M es una de las obsesiones de Esperanza Aguirre, quien ha atacado al movimiento desde su inicio criticándolo por lo obvio –como los problemas de los comerciantes de la zona de Sol- pero también por cualquier hecho aunque fuera ajeno a los indignados con el fin de desacreditarlos, como cuando los relacionó con el asalto al portal de su casa por parte de dos jóvenes bebidos. “Deben de ser dos indignados de los que protege la delegada del Gobierno en Madrid”, bromeó con motivo del presunto intento de okupación de su casa antes del 20-N.

Adiós a la asambleas
El PP ganó las elecciones y la nueva delegada de Gobierno es Cristina Cifuentes, vicepresidenta de la Asamblea de Madrid hasta que asumió su nueva responsabilidad y que coincide con su ex jefa Aguirre en que el 15-M está en manos de la “ultraizquierda”. Llegó anunciando que haría cumplir escrupulosamente la ley y ya hay cambios. La Policía ha impedido este martes una asamblea que el 15M madrileño venía celebrando semanalmente en la Puerta del Sol porque no había sido notificada previamente, según Ecodiario.

Carga policial y detenciones
El pasado viernes se produjeron protestas en las inmediaciones del Congreso contra la reforma laboral de Rajoy y los 'antidisturbios' intervinieron con una carga. Nueve personas fueron detenidas y según EFE, la carga se inició tras el intento de identificar a uno de los manifestantes. La identificación de los indignados era uno de los caballos de batalla de Aguirre y parece que ahora también de la delegada de Gobierno. Este sábado dos centenares de personas se concentraban en Sol para reclamar la liberación de los detenidos y pedir a Cifuentes explicaciones sobre la actuación policial. Donde dio explicaciones la delegada ese viernes fue en Intereconomía, cadena a la que es asidua.

Madrid y el caos
Cuando acababa de ser nombrada también se pasó por los estudios de Esradio, la emisora de Losantos, donde le preguntaron por el “desorden público” reinante en Madrid no sólo con el 15-M sino también con “huelgas salvajes de Metro” o “amenazas de muerte a la presidenta”. También le preguntaron por la previsión de protestas cuando se aprobara la reforma laboral, y aunque en la anterior legislatura hubo una huelga general, contestó que “en los últimos ocho años no las vimos por ningún lado”. Entonces insistió en el “derecho a manifestarse dentro de la legalidad” y en el derecho “de los que quieran ir a trabajar”. Tras conseguir una reforma de su gusto, la CEOE está ahora pidiendo una nueva regulación del derecho a huelga "lo más rápidamente posible". El presidente de la CEOE Juan Rosell asegura que lo que buscan es evitar que "por defender los derechos de algunos se estropeen y se machaquen los derechos de otros".

El lado ‘progre’ de la delegada
Con o sin reforma del derecho a huelga, Cifuentes está en un punto caliente del malestar ciudadano, por la repercusión nacional de las manifestaciones en Madrid. Pero a pesar de ese papel crucial de su delegación de Gobierno de Madrid y del cambio de orientación en determinadas actuaciones policiales, para los medios de la órbita del PP estos días Cifuentes no es protagonista por las cargas, sino por su posición 'progresista' dentro de su partido. Por ejemplo, desde El Mundo destacan que es la promotora de una moción en el Congreso del PP para retirar la palabra "cristiano" de la ponencia social de su partido en su inminente congreso interno, y unos días antes porque ve obsoleta la institución de la monarquía o porque apoya el matrimonio homosexual.

El vicepresidente regional confía en Cifuentes para lo importante
Mientras la policía cambia el tono en las calles de Madrid, Cifuentes cultiva su lado ‘progre’ y recibe críticas de medios ultraconservadores de orientación religiosa. La clave la daba este miércoles en una entrevista a Telemadrid el vicepresidente del Gobierno regional, Ignacio González, quien insistía en que la moción de Cifuentes sobre la palabra “cristiano” era a título personal y no representativas de la posición del PP. Pero lanzaba mensajes contra los sindicatos y advertía contra las manifestaciones contra la reforma laboral, dedicando a elogios a Cifuentes porque "desde el primer momento ha tenido claro que esos intentos de tomar la calle de manera ilícita no se pueden consentir". Debates y palos para todos los gustos.